DEATH TO ALL + VLTIMAS – Live Baroeg, Roterdam, 15/6/2022

Una vez más la cita fue en el querido Baroeg, el lugar ícono de shows en Rotterdam, un lugar relativamente chico (tiene capacidad para 350 personas) pero que tiene un sonido increíble, es cómodo, y tiene una gran parte donde hay barra, merchandising de las bandas a la venta, etc.


La noche anterior Rotting Christ había agotado el lugar y había dejado los cimientos del lugar on fire! La cita ahora fue para ver a Death To All, el increíble tributo/homenaje a Death que cuenta en sus filas con los legendarios Steve Di Giorgio y Gene Hoglan (a quienes vimos en Uruguay con Testament en el 2017). Pero además, la banda que los acompañó esa noche es nada más y nada menos que Vltimas, la nueva criatura del maestro David Vincent, junto a eminentes músicos como el baterista Flo Mournier (Cryptopsy) y Blasphemer (Aura Noir, Mayhem) en la guitarra.

La Hora de los Malditos

VLTIMAS fue la segunda banda en presentarse (antes la encargada de abrir la noche fue la banda belga Coffin Feeder, que tiene a Sven de Aborted en sus filas). Con la imponente presencia de David Vincent, con su sombrero negro, una chaqueta negra y larga, y su inconfundible voz, atacaron por casi una hora al público que prácticamente colmó el local, a todo blackened death metal. Además de los tres músicos antes mencionados, se suma un segundo guitarrista, el portugués Joao Duarte y el bajista holandés Ype Terwisscha van Scheltinga, para completar el equipo en formato quinteto.


A pesar de que el escenario de Baroeg no es muy grande, se armaron dos baterías (una para Death to All y otra para Vltimas), y la banda de David Vincent entró al escenario directamente desde la entrada lateral que da a la calle. Tener a Vincent a dos pasos listo para subir al escenario era surreal, y comenzó cantando desde el costado del escenario antes de apoderarse de él. Su set fue de poco menos de una hora, y se basó en su único disco “Something Wicked Marches In”, editado en el 2019, y ver en vivo esa combinación de talentos (Morbid Angel, Cryptopsy, Mayhem), fue algo único. David Vincent se mostraba feliz, así se lo manifestaba al público después de haber estado 2 años encerrados, y poder volver a lo que mejor sabe hacer. Estar frente al escenario. Un gran show de Vltimas que dejaron las tablas rápidamente para la banda principal.

La leyenda nunca muere


El escenario comenzaba a despejarse para dar lugar a DEATH TO ALL, este tributo que el gran Steve Di Giorgio decía que “servía para honrar al amigo, al músico, a la leyenda Chuck Shuldiner, y a su obra”. Steve Di Giorgio participó en los discos “Human” y el “Individual Thought Patterns”. En este último es en el que también participó Gene Hoglan en la batería. Gene Hoglan que también estuvo en el siguiente disco “Symbolic”, junto al guitarrista Bobby Koelble, quien también integra este proyecto Death To All. Para finalizar el equipo, está Max Phelps, voz y guitarra, que por momentos durante el show, te hace recordar al gran Chuck.


El set fue una recorrida por todos los discos de DEATH, incluso aquellos en los que ninguno de los músicos presentes participó como músico. Desde el arranque con “Overactive Imagination”, pasando por himnos como “The Philosopher”, “Lack Of Comprehension”, coreados por todo Baroeg. Era increíble ver gente de todas las edades, desde adolescentes que apenas pasaban los 18, hasta gente que pasaba los 50 años, hombres y mujeres, cantando las letras, metiéndose al pogo, y disfrutando del excelente set list y homenaje a Death.


Hubo momentos para recordar los primeros discos de DEATH, con el imponente “Evil Dead” (de aquel debut “Scream Bloody Gore”) o “Living Monstrosity”, desde el “Spiritual Healing”. También hubo un lugar para una rareza, Di Giorgio decía que era un tema que nunca se había tocado en vivo, y fue “Perennial Quest”, el tema que cerraba el disco “Symbolic” del ’95.

Ver a Hoglan tocar los viejos temas de Death es impagable, solo eso vale la entrada. Di Giorgio estaba en un trance emocional, tocando con su bajo de 3 cuerdas, de sandalias para luego tocar descalzo, se lo notaba emocionado. Max Phelps era el más concentrado, seguramente por su doble función de guitarrista y vocalista, y como decia antes, por momentos parecia ver al propio Chuck sobre el escenario, dado su aspecto y su parecido rango de voz, mientras que Bobby mostraba todo su poderio en la otra guitarra. La sensación que invadía la sala durante el show era de felicidad, tanto de los fans como por los músicos, en una celebración mancomunada por la música, el legado y las eternas composiciones de una mente maestra como fue la de Chuck Schuldiner. Una comunión que incluso cobraba mayor sentido en un lugar del tamaño de Baroeg, como un homenaje intimo y muy sentido.

El tramo final con “Symbolic”, “Zombie Ritual”, “Spirit Crusher” fue apoteósico, y el cierre con el clásico “Pull The Plug” terminaba de derrumbar el lugar, con el público rendido ante este sentido homenaje, con un pogo frente al escenario que no se detuvo durante todo el set (quien dijo que los holandeses son frios?)


DEATH TO ALL es más que un simple tributo, es una celebración con los fans de una obra única y gigantesca. Por músicos que lo conocieron, lo disfrutaron y hasta el día de hoy lo veneran. Al igual que el público que colmó Baroeg el miércoles 15 de junio. Ser parte de un show como este, es un absoluto regalo.

Agradecimientos: Francis y Leon de Baroeg, Vander Casselli

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