BLACKBRAID – Despertar los corazones de los dioses olvidados

Finalmente, el pasado viernes el anticipado debut de Blackbraid vio la luz y podés conseguirlo en colaboración con Neuropa o en su Bandcamp

“Desde las profundidades del desierto de Adirondack llega un proyecto de black metal nativo americano tan crudo y poderoso como las montañas de donde vino…” Así se nos presenta esta banda en solitario compuesta por Sgah’gahsowáh

 “Blackbraid I” es una muestra una vez más de cómo el BM puede trasladarse a otras memorias, al susurro de otros espíritus, al dolor de otras batallas o a otros llamados de la naturaleza.
Bien sabemos que en auge de la segunda ola de BM escandinavo, el traslado de mitología o de geografía llevó a que el género se ganara fama de caricatura por la gran cantidad de intentos “fallidos” de copia de copia sin una base de identidad.
Pero no es el caso de Blackbraid.

En relación a las letras, es innegable que la milenaria tradición indígena de los nativos de los Estados Unidos tiene vínculo con el entorno natural y sagrado y eso se ve reflejado en sus letras como poesía.
Por su parte la música se centra en un fresco y dinámico melodic BM.

Como dije, anticipado debut, ya que desde que salieron sus singles, la expectativa era muy grande.
Lo primero que nos presentó fue “Barefoot Ghost Dance on Blood Soaked Soil” y si con ese nombre no estás cautivado, dejá que empiece el tema para que se te erice la piel.
El grito desgarrador se abre paso ante la melodía hecha ferocidad.

“The River of Time Flows Through Me” fue de lo primero que se escuchó y podés hacer el ejercicio de mirar el video sin sonido para sentir que tiene que ser helado BM lo que lo acompaña este momento de espíritus paganos, de eterna naturaleza.
La melodía se apodera de toda la atmósfera, el riff veloz y filoso  carga de intensidad todo el tema. Hasta llegar a un momento puente donde se respira el sentimiento blackened para volver a la velocidad y la agresividad.

Con “Sacandaga” ya anticipaba más crudeza y con un impactante video. Acá todo es velocidad, precisión, pasión y la melodía cargándose todo. Un non stop de agresividad nuevamente matizado por pausas y la incorporación de elementos folk, específicamente una flauta que se acopla al riff congelado.

Capítulo aparte merecen “As The Creek Flows Softly By” y “Warm Wind Whispering Softly Through Hemlock at Dusk” que no los tomo como interludios o pausas instrumentales sino como piezas clave de identidad de esta bellísima historia.
Con “Prying Open the Jaws of Eternity” nos muestra versatilidad. Ahora tenemos juegos vocales de guturales a black, tenemos medio tiempo más doomier, tenemos más blackned death, más puro black, acá cocina todos los ingredientes y el resultado es un final que nos deja ganas de más.

La producción nos deja un disco sonando muy orgánico dándole más sentimiento. Es obvio que este material está cargado de sentimiento y la voz es parte fundamental para guiarnos en un viaje al corazón de la montaña, a lo hondo de nuestra alma.
Punto a destacar es la colaboración de Neil Schneider en la batería, preciso y sólido que además grabó, mezcló y masterizó este disco

En conlusión, claro que hay reminiscencias a los grandes pilares nórdicos, a la nueva ola y al sonido estadounidense sonando por ahí, lo que no impide que se un trabajo que suene honesto, fresco, intenso y lleno de alma y que da una nueva visión al género.

Si el melodic black es algo que te acompaña, te lo recomiendo sin dudar.
¡Bienvenido Blackbraid a mi Top 10 2022!

Line-up:
Sgah’gahsowáh : todos los instrumentos

Colaboración:
Neil Schneider: batería