BLIND WISDOM: heavy con tintes épicos

El último Inframundo del año se despide, por supuesto a puro power metal, esta vez de la mano de los franceses Blind Wisdom y su disco “Long Before the Last Dragons”, editado de forma independiente el pasado 17 de diciembre.

“Long Before the Last Dragons” dura poco más de una hora y cinco minutos, y se divide en once canciones de heavy / power metal.

La apertura con “Every End Is a New Beginning” recuerda al trabajo de guitarras de los inicios de Hammerfall y sirve como buena presentación de la banda gracias a su velocidad, riffs y gancho.

“Enslaved” pasa ya a terrenos más cercanos al heavy más oscuro de corte más old school, con las guitarras de Christophe Marty y Jean-Luis Navarro por todo lo alto. Marty es además el vocalista de la banda, posicionándose más lejos del cantante usual del estilo. Una canción directa y corta que invita al headbanging.

La batería de Sylvain Roques suena de forma cuasi tribal en solitario por momentos, antes de incorporar coros para “Poison and Wine”. El trabajo en las guitarras eléctricas se perfila nuevamente hacia el heavy de rítmica más cuadrada, mientras que la voz de Marty se torna más agresiva por momentos. La influencia del heavy / power más añejo se nota y es bienvenida.

Con una duración de casi nueve minutos, “Dark Knight” es una de las canciones más largas del disco. Comienza pisando fuerte gracias a la melodía de guitarra, que aporta variedad sobre las canciones anteriores que se basaban 100% en el riff cañero. Esto se ve prolongado como una sección instrumental de casi tres minutos, y termina cambiando para los versos las guitarras distorsionadas por guitarras acústicas, dándole a Marty la posibilidad de trabajar con un material más melancólico.

La canción va desde el verso acústico al estribillo con la banda completa y viceversa, para ir al solo de guitarra de rigor y posterior sección completamente eléctrica, donde la voz de Marty termina pareciéndose bastante a la del vocalista de Edguy, Tobías Sammet. Canción interesante, que muestra una versión más elaborada de la banda.

El ambiente de lluvia y cuervos es la antesala para otra canción de duración considerable. “Battle” tiene en sus primeros pasajes una carga de melancolía gracias a la interacción entre el bajo y la guitarra eléctrica, aunque no tarda en decantarse por el riff galopante y la batería a doble bombo. Buenos pasajes instrumentales de corte clasicón y buen gancho en el estribillo.

“The Ring, the Lantern and the Sword” retiene teatralidad, bien amparada por un riff y baterías contundentes. Buenos solos de guitarra y buena invitación al headbanging con la rítmica post solos.

Nuevamente optando por la ascendencia heavy, el disco continúa con “Whistled Wind”, que abre con linea de bajo ganchera y bateria. No tarda en sumarse la guitarra eléctrica para una canción directa, muy ganchera y que es sencillamente una de las mejores del disco.

“The Tavern” es la canción más larga del disco, con casi once minutos de duración. Como bien indica su nombre, la apertura del tema se da de la mano de ambientes de exteriores, pasos y puertas que llevan a una taberna, donde Marty hace de bardo para los parroquianos en formato acústico.

Una sorpresa que vira más hacia al power metal en términos planteo y contenido. Bien llevada, con melodías en paralelo a los versos que colaboran con la epicidad de la historia cantada. Sin embargo, no tarda en entrar el componente eléctrico de la banda, tornándose la canción mucho más pesada, pero continuando esa historia que Marty comenzara a cantar al comienzo.

El resto de la canción transiciona entre pasajes acústicos y pasajes de banda completa, solos y demás, de forma prolija. La coherencia del tema se mantiene con éxito a pesar del cambio radical a nivel sonoro. La banda sorprende nuevamente con una composición más elaborada que se hace llevadera.

“Not Alone” nos devuelve al heavy / power más standard, veloz y contundente, con guitarras armonizadas y riffs bien marcados. Nuevamente se sienten las reminiscencias a Hammerfall, de forma positiva. Buen estribillo. Incluye un pasaje previo al final que sirve para construir tensión, muy bien logrado, con base del bajo y melodías de guitarra.

La intensidad se mantiene con “Abnegation”, de corte heavy old school, más cuadrado, pero que tiene un estribillo coreable que es bastante interesante. Buen trabajo de voces dobladas y riffs veloces.

El cierre del disco se da de forma más teatral gracias a “A Light in the Dark”, donde mediante guitarras acústicas, teclados y coro al unísono, la banda logra imponer un ambiente que vira más hacia lo solemne. Atrapante y coreable para la audiencia, se mantiene en el entorno acústico desde el principio hasta el final, siendo una de las mejores canciones del disco.

“Long Before the Last Dragons” ofrece al público heavy / power muy influenciado por la escuela más ochentosa del metal gracias a sus riffs veloces, potentes y de confección más cuadrada. Al mismo tiempo, la banda hace gala de variedad y uso de recursos gracias a canciones como “Dark Knight”, “The Tavern” y “A Light in the Dark”, haciendo el disco más ameno y no tan repetitivo.

Un primer trabajo bastante auspicioso para la banda francesa, que recomiendo para amantes del heavy o que quieran experimentar con una vertiente de power menos cargada de teclados y arreglos por doquier.

Lineup:
Christophe Marty (Voz / Guitarra)
Jean-Luis Navarro (Guitarra)
Lénaïc Schatt (Bajo)
Sylvain Roques (Batería)

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