EREBOR – El sabor del Death Metal

La progresiva búsqueda por la originalidad y la perfección le ha puesto un manto de duda al Metal Extremo en estos últimos años. Tan así que en varios intentos/pruebas hemos sido testigos de mutaciones musicales que nada tienen en claro, solamente el ir a velocidades absurdas tirando miles de notas por minuto lo cual produce que el espectador quede desorientado. Por suerte existen ejemplares como Erebor para retomar el cause de la Técnica y la Progresión auténtica enfocada en los amplios renglones del lado más radical del Heavy Metal.

Este es el disco debut de un conjunto que ya nos había dejado un gusto positivo con su anterior trabajo, el Ep «Erebor» del 2016 y que en esta ocasión dan el paso evolutivo para despegarse de la banda que nunca fue hacia la realidad de un grupo que suena y compone como profesional.

Erebor («La Montaña Solitaria» el Elfo) es un conjunto formado a principios del 2013 por los hermanos Tom y Will Unwin (bajo y batería respectivamente), Matt Bennett (guitarra) y Jordan Giles (voz y guitarra). Practicantes de ese Death Metal que tanto nos gusta, sonando moderno fresco, con notoria influencia de Black Crown Initiate ó incluso Dyscarnate en su mejor momento, dichos grupos que tienen a la percusión dando rienda suelta a una infinidad de ritmos, alejadas de lo monocromatico por completo.

Este trabajo comienza sin ningún permiso ni miedo con «Malignant Tumour» directo al mentón, explosivo y agresivo, como nos agrada. La forma de comenzar un álbum para sacarte del asiento, y con la claridad de utilizar la Técnica sin perder el hilo conductor de la violencia.

Esto tiene que ser una virtud destacable, ya que es fácil perderle el interés a una banda cuando se van en excesos de lujos, aquí está nítidamente administrada a favor.
«Obscured and Caliginous Liturgy» con unos pasajes en la batería que son maravilla pura, el riff principal que tiene su toque al sonido «Polaco» del Death Metal, donde se marca abruptamente el sentido y que va hermanada al tempo de la percusión que, nuevamente, es un placer auditivo.

Vale mencionar también que aquí no se pierde el groove, ya que es una pieza clave para elevar la producción, los tracks tienen que tener el gancho haciendo así la tripartita necesaria para atrapar a cualquier fan del metal: Sonido/Gancho/Técnica. Esto se ve reflejado en piezas como la breve instrumental «of Starred Continuum» y en «Inherent Malevolence» que para ser un track que supera los 10 minutos, mantiene en alerta al espectador.

El único problema que tiene este trabajo es que nos deja la sensación de que a futuro esto deberá ser superado, y esto será sin duda una empresa sumamente difícil ya que Erebor tiene todos los condimentos para no caerle mal a nadie y querer repetir el plato.

Este trabajo es especial para fanáticos de Black Crown Initiate, Immolation, Obscura y Decrepit Birth.