IMMOLATION: Desprecio y Odio para Todos!

Continuamente procuramos destacar un disco innovador, experimental, que rompa las barreras… con este nuevo lanzamiento de Immolation la única barrera que se rompe es la del desprecio hacia toda religión, en formato musical.

Siendo de las bandas que inexplicablemente no está en el top mundial del Death Metal, Immolation está en otro nivel, superando ampliamente cualquier conjunto pionero de dicho estilo. Hace falta un breve repaso para entender que solamente Immolation e Incantation se mantienen estoicas frente al tsunami melódico/soft que tanto aborrecemos desde las catacumbas de nuestra amada redacción.

En este nuevo lanzamiento no deberíamos esperar ningún tipo de acorde que no fuera agresivo, maligno, sofocante, repulsivo, lleno de odio y rechazo… y así Es! Sin ser el mejor disco de la banda, supera en varios escalones al anterior «Atonement» el 2017 que carecía levemente de variantes. En este álbum las enormes variaciones en riffs y climas, lo llevan a estar entre los mejores del conjunto donde notamos la madurez del Death Metal.

Cual vino añejado, Ross Dolan y Robert Vigna logran transmitir la sensación más oscura que haya escuchado en estos últimos años a manos de pilares del género. Todo esto con el logro de acompañar a Alex Bouks (ex Gorephobia, Incantation) en la segunda guitarra que le da una cuota más «Doom» a los riffs mayor oscuridad, escuchando el temazo «Noose of Thorns» donde la base de armonías es oscuridad pura, sumado al eterno growl de Dolan quien continúa con el Diablo en su interior.

Se nota que a diferencia de el anterior guitarrista Bill Taylor (ex Angelcorpse, Acheron) los riffs y las composiciones no van a 100 km/h sino que son ajustadas en su velocidad, dando mayor luz hacia la parte oscura, densa, el track «Blooded» es una muestra de cómo sin tener que ir a una velocidad absurda, se puede llevar a la destrucción auditiva a una canción.

Tracks como «Incineration Procession» y «Derelict of Spirit» en estructuras gemelas, con una carga tremenda en sus riffs limpios, los puntos para nada épicos, y el reinado total de la Oscuridad por encima de todo. Este es al momento de los discos más densos que haya escuchado en el 2022.

El disco pasa entre riffs siniestros y pasajes donde los momentos densos son profundamente oscuros, «The Age of No Light» siendo una completa aplanadora hiperveloz con uno de los riffs más gancheros del disco, y por otro lado el track con el que se cierra el Álbum, «Apostle» con sus guitarras progresivas y un lento descenso hacia la Oscuridad.

Es utópico pensar que Immolation pueda defraudar, tienen aprendido de memoria como funcionan y ahora, no sólo suben el nivel en las composiciones sino que, aunque parezca asombroso, vuelven a aumentar el nivel de Oscuridad.