GHOST BATH – Densos y hermosos sonidos

Sin ser un individuo que pondere el metal con tintes depresivos, debo admitir que en algunas agrupaciones se pueden encontrar joyas. Discos como «Songs to Leave» de Forgotten Tomb o «The Funeral of Being» de Xasthur entre algunos, y teniendo al grupo que hoy le brindamos espacio, Ghost Bath como una banda que había editado un disco bastante enérgico llamado «Funeral» en el 2008. Pero a posterior había caído en un sendero tanto experimental y no agradable a los oídos, no era un camino sencillo ni claro por lo cual se perdió en el océano de bandas hasta que el día de hoy editan su cuarto trabajo de estudio titulado «Self Loather».

Es menester mencionarse queridos amigos y amigas, que antes de iniciar el viaje, debemos mantenernos en una neutralidad de peso, ya que cuando afrontamos música con semejante carga emocional, no nos vamos a topar con un camino entre rosas y aromas de primavera. Acá reina la melancolía y la desesperación. Ya con el nombre de la banda (haciendo referencia a aquellas personas que optan por el suicidio en una bañera) como el título del disco (autodesprecio) es suficiente para entender que acá no hay sonrisas perdidas ni mentes en calma por el continuo transcurrir del tiempo carnívoro.

Es sumamente grato encontrar este disco a esta altura del 2021 donde el bullicio de fin de año se avecina y pareciera todo un nuevo resurgir. Es brillante como nos trae a realidad la música. Donde podemos optar por los dragones y las hadas, u optar por escuchar realidades como en «A Crystal Lattice» de un black metal casi desgarrador, de momentos primitivos y una cuota sinuosa del post-metal por lo bajo, que dibuja líneas en la profundidad, donde promediando el track la oscuridad se manifiesta en la desesperante calma de las cuerdas, al punto de angustia.

También tracks como el que da apertura al disco «Convince me to Bleed» de momentos veloces posee un quiebre post-metal en los punteos simples y efectivos, los desesperantes llantos hasta incluso la tos de fumador que se escucha en un silencio. Detalles notables.

Otra pieza que mezcla la vehemencia del metal negro con los sonidos evolucionados del mismo es la titulada «Shrines of Bone» con sonido sucio, distorsión alta, la batería que no se escucha «limpia» pero que es a propósito, es el sonido que se busca. Repito, no es un camino de rosas. Incluso siendo que aquí se encuentran los acordes más progresivos del álbum, pegados con la lúgubre aura que cubre el final del track. Y hablando de lúgubre, «Hide from the Sun» con el llanto quebrado de una mujer, la guitarra acompañando, los teclados de fondo, tristeza en forma musical. Pero que se entienda que no es una continua nota desesperante, acá hay riffs con mucho gancho, con potencia, con la base intacta del Black, solamente que ajustada a parámetros no convencionales, hasta me animo a decir polémicos ya que se juega mucho con acordes post.

También se dan pequeños guiños humorísticos con interpretaciones instrumentales hermosas como «I Hope Death finds me Well» con un piano que, en un domingo gris, al caer la noche y en soledad…nos puede dañar.

«Unbearable» es quizás el tema más completo de todo el disco, variante, con toques majestuosos, con melancolía pesada, con tintes a lo Russian Circle que brillan, con crudeza y desesperación. Junto con la caótica «Flickering Wicks of Black», una forma estupenda cerrar el disco en lo alto, con partes detalladas que se alejan de composiciones simplistas.

Disco con composiciones de muy buen nivel, sonido aceptable y sucio, agresivo cuando debía serlo y nítido cuando las piezas lo pedían; un álbum claramente emocional no apto para todo público.

La depresión es una enfermedad que padecemos millones de personas y quizás la música sea una herramienta para luchar contra ella mucho más viable que otras convencionales, y este trabajo de Ghost Bath reafirma mi concepto de que la música «triste» levanta el espíritu. Recomendable, pero no para cualquier corazón.