CARNIVAL FEST II : SOBREVIVIENDO A LA INFECCIÓN

Fecha : 11 al 13 de Febrero de 2022

Lugar : Camping Guyunusa (Paysandú)

El festival sanducero tuvo su segunda edición y se va convirtiendo a paso firme en un referente de la movida local, y por qué no, regional.

A pocos días de haber regresado de Paysandú, trataremos de hacer un breve repaso de lo vivido durante ese fin de semana en “La Heroica”.

Antecedente:

Carnival Fest Paysandú Metal Camp tuvo su primera edición en febrero 2020, pocas semanas antes de que se declare la emergencia sanitaria en nuestro país. Por este motivo no se pudo llevar a cabo la segunda edición en 2021, la que se vio postergada hasta este 2022.

En aquella ocasión se presentaron 33 bandas, tanto de Montevideo como del interior del país, y de Argentina. A modo de ejemplo podemos nombrar a Serpentor, V.I.D.A., Plan Cuatro, Alpha, Vademekhum, Apneuma, Eslabon, Maquinaria Pesada, Rotten State, Cimarron y los locales Ritual de Nacimiento.

El evento es organizado por la productora Distrito Norte, que es integrada por los Ritual de Nacimiento, y varios amigos y colaboradores que, de forma honoraria (y por amor al metal), le ponen el hombro de forma incondicional a este proyecto. Y es gracias a este esfuerzo (tanto físico como mental), que la primera edición fue un éxito, no sólo por lo visto sobre el escenario, sino por la organización del festival.

Cabe aclarar que no sólo se trata de “un festival con bandas”, sino que es un verdadero “metal camp”, un campamento donde los metalheads pueden quedarse acampando con todas las comodidades, incluyendo baños, electricidad, plaza de comidas y un predio ferial.

Para esta segunda edición, la productora aumentó la apuesta. Además de mejoras varias en el predio, lo que más resaltaba era la cantidad de bandas. En la previa se llegó a tener más de 50 bandas en cartel, aunque por diversos motivos (mayoritariamente el Covid), varias tuvieron que cancelar, particularmente las extranjeras (no sólo argentinas, sino también de Chile, Colombia y España). Finalmente, se terminaron presentando 45 bandas, lo cual no deja de ser un hecho sin precedentes en nuestra escena.

Hecha esta introducción, pasemos ahora sí, al Carnival Fest 2022.

La Previa:

Al igual que en la edición anterior, decidí llegar a Paysandú el día anterior, es decir, el jueves 10, saliendo de Montevideo en ómnibus de línea poco antes de mediodía, para llegar a la capital sanducera sobre las 4 de la tarde. Para quien le interese, de la terminal al camping es un viaje de 15 o 20 minutos en ómnibus urbano (el 103), que pasa por la esquina de la terminal y te deja a 4 cuadras del Parque Guyunusa (y el boleto sale $28).

Al llegar, lo primero que noté fue que la experiencia anterior había servido, pues, a diferencia de la edición de 2020, esta vez el día previo ya estaba casi todo pronto: El predio de camping totalmente organizado, los baños funcionando, y el escenario prácticamente listo. Hasta el cartel de entrada estaba puesto, y la seguridad ya trabajando.

La otra gran diferencia que noté, fue que dos años atrás, el día jueves en el camping no éramos más de 6 u 8 carpas. Sin embargo este año, buena parte del camping ya estaba ocupado, y según nos contaban, había gente acampando ya desde el día martes.

Lógicamente la organización no se “durmió en los laureles”, sino que se los vio trabajando constantemente para mejorar las instalaciones, y esto no sólo ese jueves, sino también durante los tres días del festival. Acá hay que reiterar, que la productora, (Distrito Norte), se compone fundamentalmente de los músicos de Ritual de Nacimiento y varios amigos. A qué voy? A que son ellos mismos los que están trabajando desde más de una semana antes del festival, durmiendo poco, casi sin parar durante los tres días que dura, y luego varios días más desarmando todo.

Al mismo tiempo siempre se los ve preocupados por los asistentes y músicos, y por si fuera poco, presentándose (como músicos) en vivo, en algunos casos con hasta dos o tres bandas distintas. Es un trabajo que merece ser destacado y apoyado, sin dudas.

Volviendo a mi experiencia personal, ese jueves pasó tranquilo, más allá del reencuentro con varios amigos (no sólo de Paysandú), y sirvió como antesala de lo que sería el primer día del festival:

Viernes 11 de Febrero : Arranca el Carnival !

Si bien la primera banda estaba programada para las 5 de la tarde, el festival comenzó a palpitarse varias horas antes, con la llegada de público, músicos y el armado del predio ferial y plaza de comidas.

Poco a poco el camping se fue llenando, al punto que hubo que habilitar un segundo predio ubicado a unos 50 metros al norte. Igualmente, y a pesar que no quedaba demasiado lugar libre, la gente optaba mayoritariamente por quedarse en el principal.

Finalmente, alrededor de la hora estipulada, la inconfundible voz de Fernando Silva, el inefable presentador de la edición anterior, anunciaba que “formalmente” daba comienzo la segunda edición del Carnival Fest, y la banda encargada de abrir fue ESCARNIO, banda montevideana que tuvimos el gusto de ver un par de meses atrás en Montevideo junto a Carniza y Carniza Kids, aunque debo reconocer que en aquella ocasión no les presté la atención que merecían. Esta vez si, y realmente fue un show muy bueno, y sonó muy bien. A pesar de ser una banda nueva, se compone de músicos con vasta trayectoria en el medio local, lo que hace las cosas mucho más fáciles sin dudas.

Les siguió una banda que en lo persona tenía mucha curiosidad por ver, LOS MOSTROS, la banda de Pablito Cheveste, y no decepcionó. Hacen un hard rock ochentoso, muy divertido, que creo que fue del agrado del público en general.

Y así, mientras el público se iba sumando (muchos estaban aún llegando cuando arrancaba la música), se fueron sucediendo BORO (muy buena banda), PROJECT 131 (presentando temas de sus tres discos), HIGH NOON, INQUISIDOR, M.A.P. (el proyecto de Martín Almeida, y autor del jingle del Carnival Fest), MY DEATH INSIDE, INCINERATION de Argentina, y acá me detengo un poco para hacer dos comentarios sobre esta banda: Primero, como sonó esa batería!! Y segundo, fue en este momento que el público comenzó a encenderse, aunque explotó con CEREBRAL DAMAGE, banda surgida de las cenizas de Putrefaxion. En ese momento se armó el pogo más grande de la noche, liderado por el gran Brian “Thrash” (guitarra y voz), quien sin dudas sabe cómo comunicarse con el público. Les siguió THY DOMINION, y si bien el público estaba para seguir de largo, cuando no habían transcurrido más de un par de temas se desató la tormenta de viento y lluvia que se venía anunciando hacía varias horas, por lo que hubo que detener la música, en principio por unos minutos, pero visto que pasaban las horas y la lluvia no aflojaba, se decidió postergar todo para el día siguiente.

Acá también hay que destacar la flexibilidad de la organización para realizar cambios y ajustes, ya que esa misma noche (y cuando la mayoría aún estábamos despiertos), llegó la comunicación de que las cinco bandas que habían quedado sin presentarse ese viernes, se presentarían al día siguiente: Se pensaba arrancar dos horas antes con cuatro de ellas, y restante (Southern Rising) intercalada en la grilla, en el lugar que había dejado libre Raíces Muertas (lamentablemente cancelaron días antes del festival).

Finalmente, la lluvia paró sobre las 3 o 4 de la madrugada, y más o menos todos pudimos retornar a las carpas a descansar un par de horas para reponer energías, que se venía una jornada muy larga.

Segundo día: Sábado 12 de Febrero (“El día más largo”)

Originalmente este día abría Razaplaga a las 16:25, pero por los cambios antes dichos, la primer banda en presentarse fue DOMINATION de Argentina, a las 14.15.

Pero previamente, se realizó la presentación de los Clanes Medievales Vuelo de Cuervos y Valherjes Cruachan, que dieron un show muy entretenido, y terminó con algunas competencias que fueron del agrado de los presentes, incluso dando lugar a los varios niños pequeños que había en el Carnival.

El evento se fue estirando en el tiempo, y cuando aún seguían las actividades, comenzó a sonar en el escenario DOMINATION, por lo que poco a poco la gente fue ingresando al predio principal.

Luego subió a las tablas GRELA, trío sanducero de “algo-entre-el-punk-hardcore-y-crossover-thrash” con un toque de humor, crítica, y sobre todo, muy salvajes!!

El show fue más que divertido, y no faltó la presencia del superhéroe “SuperGrela” quien se mezcló con el público para hacer de las suyas. Más allá de lo entretenido, hay que destacar la velocidad y crudeza con que tocan, realmente admirables.

Les siguió (tal cual estaba estipulado del día anterior), CREPAR, banda de viejos amigos que hacía bastante tiempo no veía en vivo, y no fallan, a pesar que su baterista Santiago Monteverdi no pudo presentarse, y su lugar fue ocupado por Sebastián Rebollo. Para el tema “Cruz del Sur”, al igual que el lyric video estrenado a fines del año pasado, invitaron a hacer la segunda voz a Enzo Broglia de Reytoro.

Si bien con Grela muchos habían comenzado a moverse, con Crepar ya se empezó a notar más gente agitando, y esto ofició como previa para quienes originalmente iban a ser el cierre de la primera noche, REYTORO: Como siempre dieron un espectáculo sólido (no sólo en lo musical, también en el ida y vuelta con la  “caterva”), y al igual que sucedió con Crepar, en uno de los temas invitaron a Max (bajista de Ritual de Nacimiento) y sobre el final a Gabriel Soria de Crepar.

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Luego de la fiesta de la caterva, ahora sí, comenzaron a desfilar las bandas que estaban programadas para este sábado. La primera fue RAZAPLAGA de Maldonado, que si bien dio un buen show y sonó bien, cargó con el peso de levantar al público luego de Reytoro y Crepar, cosa nada fácil.

Les siguió AGUAS TURBIAS desde Young, banda que se presentaba por segunda vez en el Carnival, y que cuenta con buen número de seguidores. A continuación MALEVAJE, quinteto que si bien estaba dando su tercer show como banda, está formada por varios viejos conocidos de la escena local, por lo cual muestra un ensamble como si hiciera años que tocan juntos.

Cuando ya comenzaba a atardecer fue el turno de la banda fernandina FORASTERO WESTERN METAL, una banda que hace metal/hard rock, con temáticas del lejano oeste, incluida la estética de sus músicos. Sin dudas salen de lo común, y a esto agregar que suenan muy bien!! (otra de las bandas a tener en cuenta!).

Con las últimas luces del día subió al escenario CORROSION desde Las Piedras (Canelones), luego otro combo de viejos conocidos, MAFIA (esta vez en formato quinteto) y tras ellos C.O.M.A., banda de Martín (bajista además de Malevaje).

Tras ellos subió a las tablas GROO, una banda de la que poco conocíamos (más allá de un demo), formados por Gabriel Martínez Bertolotti en su nueva residencia en Rivera. En pocas palabras, es otra de las bandas que da gusto ver en vivo, dando un show más que entretenido.

Los siguientes fueron CABRON, banda integrada entre otros por Alvaro Kinley en bajo. Quienes no los conocían coincidieron en que era una muy buena banda de metal instrumental, pero fuera de escena fue el mismo Alvaro quien nos comentó que en realidad, su vocalista no pudo ir al festival por un contacto positivo de Covid, por lo que ellos igualmente decidieron dar su show en formato instrumental (y mal no salió!).

Tras ellos vino Karnage, otra banda relativamente nueva pero muy potente, y a continuación, el debut de SOUTHERN RISING, que inicialmente fue un proyecto unipersonal del Aldo Fierro (quien compuso y grabó todos los instrumentos de su disco debut), pero ahora se presenta en formato cuarteto, no con músicos sesionistas sino permanentes. Mucha gente se arrimó a ver su propuesta de Black Metal, y según nos comentaban, es un género que tiene mucha fuerza en Paysandú, a pesar de que hay muy pocas bandas en la actualidad.

En determinado momento de la noche (no tengo presente entre cuáles bandas), se hizo una pausa en el escenario para invitar al público a presenciar el “concurso de comedores de hamburguesas”, realizado en la plaza de comidas. Si bien fue un “espectáculo” por momentos divertido, por momentos bizarro, la mayoría de la gente pasó un rato divertido.

Pero esto lamentablemente, conspiró contra los horarios estipulados, ya que al retraso esperable debido a la cantidad de bandas, sumado a las que habían quedado del día anterior, y esta pausa, la jornada terminó siendo mucho más larga (aún) de lo esperable, al punto que VADEMEKHUM, (banda sanducera que también se presentaba por segunda vez en el Carnival), terminó comenzando su show sobre las 2 AM . Más allá de esto, se las arreglaron (nuevamente) para dar un gran show, y el público acompañó sin reparos.

Tras ellos se presentó la banda argentina DISLEPSIA, aunque a esa hora mucha gente ya se había retirado, y otros estaban guardando energías para ver las últimas bandas, por lo que el marco de público quizás no fue el ideal, pero aún así, pudieron mantener atentos a los que aún quedaban en pie.

A continuación otros viejos conocidos montevideanos, los PARASITAL EXISTENCE, quienes comenzaron a tocar ya pasadas las 3 AM, y con un público cada vez más reducido. Aún quedaban dos bandas (V.I.D.A. de Argentina y Ritual de Nacimiento), luego de más de 13 horas de música en vivo (a esas alturas), por lo que, en lo personal, luego de un par de temas de Parasital, decidí ir a tomar un descanso, para poder ver a los locales con energías “parcialmente recargadas”. Sin embargo, a las 4 AM, el presentador (con la poca voz que le quedaba), anunció que luego de V.I.D.A. se había decidido dar por finalizada esta segunda jornada, quedando los Ritual para el domingo, decisión más que acertada. Así que V.I.D.A., otra de las bandas que repetía, cerró esta segunda jornada del Carnival, ya pasadas las 5 AM.

En resumen (por si perdiste la cuenta), este segundo día se presentaron 19 bandas, a lo largo de más de 15 horas de metal. Nada mal, no?

Último día: Domingo 13 de Febrero (“no fue sólo un día”).

Debido a que los locales Ritual de Nacimiento no habían podido presentarse en la jornada anterior, se decidió para este último día, comenzar unos 35 minutos antes de lo estipulado, y así abrir una “brecha” para que Ritual se presentase 20:30 hs.

Pero previo a las bandas, y tal cual estaba anunciado, se llevaron a cabo las clínicas, primero de batería a cargo de Diego Lapasta y Diego Sena, y luego de guitarras con Sebastián Castañares y Gabriel Ordeix. A diferencia de la vez anterior que se habían realizado sobre el escenario, esta vez se hicieron en un gazebo cerca de la plaza de comidas, lo cual fue un acierto, porque así el escenario quedó liberado para ser preparado y comenzar en hora.

Luego si, arrancó la primera banda, el tributo a BURIAL, legendaria banda sanducera que hace no mucho tiempo, luego de la pérdida de su guitarrista “Mist” decidió no continuar. Esta vez se presentaba un tributo integrado por dos de sus ex miembros y (nuevamente), Max de Ritual de Nacimiento. Más allá de que sonaron muy bien, lo más destacable sin dudas es lo emotivo de este homenaje.

Luego de ellos fue turno de ECIVRESOTUA. Si hay una banda que te hace mover (aunque no quieras), esa es “La E”, y esta vez no fue la excepción, demostrando que “aún a la luz del sol”, son una banda muy potente y “pegadiza” (perdón por esta palabra, no se me ocurrió otra!).

Los siguientes fueron otros debutantes en vivo, NERIUM, pero formados por varios viejos conocidos de la escena montevideana: Pablo Magallanes (guitarra), José “Canibal” Pisacco (bajo), Anibal Beduchaud (voz) y el argentino Ismael Pérez en batería (el mismo que el día anterior la rompió en Incineration, a pesar de no ser una de sus bandas fijas).

Por tanto, nuevamente, otra banda que a pesar de no tener demasiado tiempo de formados, suenan con un ensamble que parece que tuviesen años juntos… y más allá de esto, con una calidad por encima de la media: Potentes, técnicos y extremos.

Los siguientes fueron ORIENTAL, banda integrada entre otros por Menker, ex guitarrista de Vallvuler. El show significó una “bajada de revoluciones” por cómo venía el día en cuanto a intensidad, pero no por ello fue malo ni nada parecido, por lo que (creo) el público se mostró quizás un poco apático (o sería por el cansancio arrastrado?).

Tras ellos ALPHA, una banda que tiene su base de seguidores y que siempre dan un gran show, al igual que dos años atrás en el Carnival, y cada vez que tenemos oportunidad de verlos en vivo.

Luego de Alpha, a todo thrash/crossover llegó desde Campana (Argentina), VIOLENT EXECUTION. Como gran fan del género, fue una de las que más me gustó. Ya conocía algún tema de ellos (muy recomendable el video del tema “R.P.A.”), pero en vivo realmente resulta un show muy divertido. Por momentos hacen recordar a bandas como Municipal Waste, o por qué no? a nuestros Rotten State. Y más allá del show, son tipos muy divertidos fuera de escena (y muy jóvenes!).

Les siguió TROPA VIEJA MUD, una de las últimas bandas en sumarse al cartel (debido a la separación de Purasangre), formados en Neptunia (Canelones), se definen como “Metal con Barro en las Botas”, y suenan muy bien!!

Ya entrada la noche, turno de otros viejos conocidos, los SIN PRINCIPIOS de Mercedes, que dieron paso al plato fuerte de la noche:
En un momento se apagaron todas las luces, y comenzó una procesión hacia el frente del escenario de los clanes medievales con antorchas algunos y otros golpeando sus escudos. Todo esto fue la presentación de los locales RITUAL DE NACIMIENTO, y ni bien arrancó la música, estalló el pogo, por lejos, más grande de todo el festival.

La banda suena cada vez mejor, y su público (“los Kele”) acompañan siempre, vayan a donde vayan, cosa que logran unas pocas bandas.

Terminado el show mucha gente (la gran mayoría) se retiró, y eso fue una pena, porque aún restaban 6 bandas, pero calculo que sería por la hora (ya sobre las 11 de la noche), por ser domingo (muchos trabajaban al día siguiente) y sobre todo, porque el público local acompañó a Ritual de Nacimiento en su show y después perdió interés.

Así, con muy poco público (aunque con el correr de la noche fue apareciendo más gente), fue que se presentó SOLARCODEX. Una banda que siempre da un show entretenido (hace tiempo estamos esperando ese disco debut, que esperemos este año salga!!).

Tras ellos llegó el turno de ESPECTROS, una muy buena banda sanducera de Black Metal que ya habíamos tenido oportunidad de ver en vivo en la edición anterior, y no defraudan!! Un show oscuro y potente a la vez.

Pasada la medianoche fue turno de ENNEGATIVO, última banda en sumarse al cartel (días antes), quienes a pesar de la hora, el cansancio, y el poco público, igualmente dio un show con todas las ganas y no defraudó a quienes aún se mantenían frente al escenario.

Lo mismo pasó con MAGNA, otra muy buena banda sanducera que fueron quienes les siguieron.

Ya casi en el final, lo que iba a ser uno de los “platos fuertes” de esta jornada, terminó siendo un muy buen show (como nos tienen acostumbrados), pero para unos pocos, y nos referimos a los ESLABON, trío de Maldonado formado por los hermanos Gonzalo y Enrique Maruca (guitarra, y bajo+voz respectivamente) acompañados del Pancho Martínez en batería. Una banda formada hace 20 años, y que a pesar de hacer 10 que no editan nuevo material, igualmente se mantienen activos y el público no los olvida.

Finalizando la noche, y cerrando el festival, el broche de oro fue con HERRUMBRE, histórica banda que cumple 30 años, y en estos días estará presentando su sexto disco “Grial”.

Como nos tienen acostumbrados, ya que es su forma de trabajar, los oriundos de La Paz cuidaron todos los detalles, tanto el sonido como la puesta en escena, lo que siempre termina redundando en un muy buen espectáculo. Lamentablemente, y debido a los retrasos que se fueron dando a lo largo del día (la mayoría lógicos), terminaron subiendo al escenario sobre las 2 de la mañana (hora y media tarde), con lo que el público, si bien se sumó alguno más, era escaso.

Presentaron temas de sus 30 años de trayectoria, incluido el cover de Delirium Tremens “Hombre de Hierro», que incluyeran en su segundo disco “Perros Cimarrones” de 2003. El show terminó pasadas las 3:30 AM del lunes, con el clásico “No es sólo un día”, y los pocos “sobrevivientes” aplaudieron a la banda canaria como merecen, dando por cerrada así la segunda edición del Carnival Fest.

CONCLUSIONES:

A modo de cierre, lo primero (nuevamente), felicitar y destacar el trabajo de la organización. Sabemos que no es fácil organizar un show, y menos aún en un lugar que hay que armar todo de cero, empezando por el escenario, sonido, luces, etc, y más aún si este “show” se trata de un festival con casi 50 bandas y tres días de duración. No se trata sólo de armar un escenario. No se trata sólo de armar un cerco perimetral en un predio de camping, más baños, limpieza y seguridad. No se trata de agregar un predio ferial y plaza de comidas, ni de fabricar y vender remeras, tazas, cerveza artesanal. No se trata de estar pendiente de más de 200 músicos, ni del público que viene de todo el país e incluso del exterior, y que todos se sientan “como en casa”. No se trata de trabajar meses antes para conseguir apoyo de la Intendencia, para ver si permiten organizar el festival, aún en pandemia, y luego ver si pueden apoyar “logísticamente” (no hablemos de apoyo económico). No. De qué se trata? Se trata del esfuerzo de no más de una docena de sanduceros, que una vez soñaron que se podía realizar en su ciudad (a 400km de la capital) un festival masivo de metal (dentro de lo “masivo” que se puede pretender en la escena local), para lo que trabajaron duro y en silencio, durante mucho tiempo, hasta lograr que todo se “alineara” para poder cumplir ese sueño. A este punto se llegó a mediados de 2019, y de ahí en más, lo que siguió fue trabajo y más trabajo, (físico y mental) para finalmente en febrero de 2020 ver este sueño cumplido en la primer edición del Carnival Fest.

Esa experiencia sirvió como base para esta segunda edición, muchas cosas se aprendieron, y este aprendizaje se volcó en esta segunda oportunidad (y se notó).

En cuanto al público, en la primera edición creo que “faltó gente”, sobre todo de la capital, lo cual puede ser entendible debido a que era la primera experiencia de este tipo en nuestro país, quizás no había mucha confianza de cómo saldría, y sumado a esto, el hecho de que no estamos acostumbrados a viajar tantos kilómetros para un show.

Sin embargo, luego de esa primera vez, los comentarios fueron altamente positivos, por lo que la gente comenzó a confiar más en el proyecto, y como consecuencia, este año la asistencia superó ampliamente la anterior. Esperamos que año a año siga creciendo la cantidad de asistentes lo que, además de brindar un marco de público mejor, redundará también en el aspecto económico. Con el tiempo, lo ideal es llegar a un punto de equilibrio, en el que la organización pueda delegar tareas (y no hacer todo “a pulmón”), y al mismo tiempo, contar con más recursos para traer bandas extranjeras y ofrecer a las locales mejores condiciones (que este año se mejoraron)…. Y por qué no, que la organización también tenga su rédito, que se lo merecen!!.

Más allá de esto, reitero la felicitación a toda la organización, y aplaudo su iniciativa, sin olvidarme de las bandas que año a año se suman, y sobre todo, al público, que en ese fin de semana demostró que en nuestro país se puede realizar este tipo de eventos sin que haya ningún tipo de incidentes. Incluso se notó (y lo comentamos con varios), fue que la gente cuidó mucho la limpieza del predio, cosa que no se ve en otro tipo de eventos.

Así que, lo que resta es esperar que la edición 2023 supere aún más esta 2022 tanto en asistentes como en calidad de bandas y organización, para de esta forma, año a año, ir logrando posicionarse como referente a nivel sudamericano.

Dato a tener en cuenta: Wacken empezó en 1990 como un festival con únicamente bandas locales, y la asistencia fueron 800 personas!!

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