AEON: levantando la bandera del Death Metal

El Death Metal como lo conocemos está en una etapa de transición, se están modificando y hasta desvirtuando algunos pilares generacionales al punto tal que pareciera ser de regla máxima añadir un contexto melódico o sensible para un mayor consumo general, ocultando así la esencia vital del género que consistía en la vehemencia y la potencia sin piedad.

En el caso de estos Suecos de Aeon, se podía notar dicha cuota agresiva y original en sus primeros trabajo, más precisamente en sus discos más conocidos como «Rise to Dominate» del 2007 y «Path of Fire» del año 2010. Trabajos que lograban el gancho entre ritmos old school y algunos tintes modernos que lograron tener aceptación global. Lastimosamente perdieron el rumbo, tanto así que pasaron 9 años desde su último lanzamiento; y al día de hoy vuelven subiendo par de escalones en algunos casilleros relevantes Este disco no es fácil de digerir, para nada se descansa en los recursos simplistas ni en escapatorias redundantes, lo cual brinda la posibilidad de un nuevo Aeon ampliamente disfrutable.

AEON inicia este camino con la intro «The Nihilist» levemente épica con algún brillo a lo Dimmu Borgir (en esa línea de sonido de epopeya) dando paso a «Liar’s Den» brutal, una aplanadora sonora contundente evocando a los antiguos espíritus del Mal con sonido Destructivo y potente, el riff central tirando a clásico pero que en su ejecución guarda la dosis justa de melodía compleja.

Desde este track vamos a descubrir una de las estrellas de todo el álbum, la batería a cargo de Janne Jaloma (actual Dark Funeral y ex – Evocation) que se lleva todos los aplausos en cada participación; de lo mejor que escuché este año en ese rubro específico. Mención especial además al solo de guitarra con momentos gemelos amplio y virtuoso.

«Let it Burn» más doble bombo elemental y visceral, crudeza, velocidad y cortes con un aire a lo Morbid Angel/Cannibal Corpse que son la delicia para aquellos amantes rigurosos. Sumando a esto el sonido Groove que potencia todo. Otra introducción (son DEMASIADAS en todo el disco) nos topamos con uno de los temas que fueron utilizados como difusión y promulgación contrarias a la fe judeocristiana y el continuo abuso de dichas instituciones… «Church of Horror«. No es el track más original que hayan lanzado pero si un Death Metal cargado de mala onda y desprecio, de gente enojada.

La violencia toma las riendas con «Deny Them Eternity» con el riff más pegadizo de todo el disco, con Groove thrash en su adn y clara muestra de que se puede mantener velocidad y técnica, y no caer en el temido caos sonoro indeseado. Similar a «Forsaker» que navega en los límites Técnicos más precisos, y el sonido que se muestra aquí en detalles de cuerdas con leves tonos altos no comunes hoy en día. Una fórmula efectiva para resultado rápido.

El plato fuerte viene después del cántico «Into The Void», el track que le da nombre al disco; se roba toda la atención del disco no sólo por tener un videoclip atractivo, sino por la densidad MorbidAngelistica que bien nos enseñó que no es necesario ir a 180km/h para mostrar Maldad y Odio.

La repetición de la frase «Dios Termina Acá» se graba a fuego en los oídos así como en nuestros corazones queriendo alejar todo vestigio absurdo implantado por antiguos espíritus corrompidos por el miedo que se confunde con respeto hacia una entidad desconocida. El riff central crujiente, la batería bestial, los vocales de Tommy Dahlström llegando a los mayores rangos de furia. De los temas más brutales de este 2021 y a su vez, efectivo.

El pecado mayor de este disco son los pasajes instrumentales que se repiten, haciendo que el álbum parezca excesivamente extenso cuando en realidad tiene una duración acorde (menos de 50 minutos) pero que el enfoque ambiental no está claro en todos los temas ya que como en «Severed» y «Just one Kill» se apuesta a la raíz más cruda y seca del Death Metal, bajando la velocidad en el redoblante pero aumentándola en el doble bombo, los riff afilados y thrasheados para construir esa sensación de cortar como navaja.

Otra pieza destacable es la oscura «Despise the Cross» que es el matrimonio perfecto entre el alma de los inicios del género con un sonido moderno y nítido, la evolución del género podría estar escondida en esta canción.

«God Ends Here» es un álbum disfrutable, agresivo, que levanta en alto la bandera del Death Metal que tantos camaleones ha gestado, muestran pureza en sus conceptos y la dosis justa para modificar y ajustar los niveles para traer el pasado a la actualidad sin caer en abusar de la técnica. Este trabajo de AEON cuenta con tantos detalles de composición y escritura que merece ser escuchado con suma calma, ya que no hay Core ni Melodic ni Technical acá, esto es (por suerte) Death Metal.

Recomendable 200%

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