LORD BELIAL – el regreso de los olvidados

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Con la enorme sequía de discos positivos en cuanto a las bandas extremas de primera línea, es tiempo que las bandas que estaban a mitad de tabla a nivel mundial tomen su lugar y con el impulso logren alcanzar nuevos horizontes; Este es el caso de los casi de culto Lord Belial.

Este conjunto fue conocido principalmente por llevar en la misma medida, en extraño equilibrio melodía con potencia, siendo su obra maestra «The Seal of Belial» del 2004, que junto con su último disco del 2008 «The Black Curse» lograban llevar el sonido a una clara influencia heavymetalera que aporta y mucho en el Black, porque, como sabemos, las raíces se unen al principio de todo. Uno de los grandes temores de este trabajo era que fuera en la misma línea que el último disco de Mystic Cirlce, que comenzara con potencia y luego cayera en el aburrimiento y lo plano… por fortuna maligna este no es el caso ya que el aburrimiento es consumido por el vigor y la histeria sonora.

La esencia del disco es Black Metal de los 90s, en la corriente Sueca del mismo, y vale mencionar que estos tipos no son unos nenes, ya saben de memoria como sonar y como atrapar al espectador. ¿Podríamos tener una cuota mayor de originalidad? ¡Totalmente! Pero tampoco es algo que rompa los oídos en continua brutalidad de golpes y riffs hiper veloces. Tampoco es menor la producción general del disco donde se ve la mano del gigante Andy LaRocque (hace falta mencionar quién es?) que podrá sonarle ajeno a aquel que sólo escucha metal extremo, pero permítame decirle que este enorme ser humano contribuyó en bandas como Shinning y Tsjuder en producción.

Este disco tiene el manto del sonido Heavy Metal en varios detalles (solos y partes de cierre en los tracks) que le da un plus mayor de intensidad y aleja aún más la temible sombra del aburrimiento. Desde el primer segundo ya se entiende «oh esto va a ser black metal, si si» y usted está en lo correcto, pero no cualquier BM sino el Sueco, el que busca en sus entrañas mostrar evolución melódica alejada del raw primitivo, sin faltarle el respeto a la velocidad. Algo agradable para nuestros oídos es que incluso en los pasajes «lentos» la mala onda, la vibra malevolente se siente y eso ha de ser destacable.

Le sigue «On the Throne of Souls» siendo este uno de los temas promoción del disco, brutal, bestial, de inicio explosivo y con la temática (nuevamente) rindiendo homenaje al Maligno, algo hermoso.

Ya promediando la mitad del álbum vemos algunos recursos no tan comunes en esta última etapa de Lord Belial, lo cual es una leve influencia al clásico casi hermético del género, en el track «Destruction» encontramos esa cara, que si nos vamos hacia principios de los 90s sería brutal, no tan así en el 2022. Pero este breve momento de atavismo se ve casi olvidado por «Belie all Gods» y «Evil Incarnate» que por lejos conforman el mejor momento del disco, combinando ambientación lúgubre con simples notas, fácil de digerir.

Es notorio que Lord Belial no busca complicar un camino que ya tienen claro hace 3 décadas, pero si de ponerle otra magnitud, otra energía que difiere mucho en consideración de anteriores trabajos donde se buscaba una conexión amigable con el espectador; aquí la Unión Banda/Público es con riffs durísimos, velocidad y Blasfemia.

Dándole el broche final «Alpha and Omega» de enorme melancolía y toques majestuosos, junto con «Lamentations» que, en cuyo espíritu Nórdico HASTA LA MÉDULA nos deposita en el final de un interesante viaje.

No esperen algo original, incluso algo que te saque de eje, solamente reciban con mucha alegría el regreso de los olvidados, que nuevamente inician su camino hacia la oscuridad con una muy buena banda sonora.

Satanás está Feliz, sin dudas, y si Él está feliz, nosotros también!