TZOMPANTLI- Violencia en Náhuatl

Como decimos en este amado espacio y seguiremos diciendo hasta que explote todo, El Lado Oscuro Metal Web apoya 100% a toda aquella expresión artística musical que están orientadas hacia la historia y/o la filosofía, expresiones que brindan conocimiento a aquellos que se topan con el material de estos artistas. En esta ocasión nos toca el disco debut de Tzompantli que, como el contexto lo hace apropiado, es un disco que supura odio y mala onda en formato Death Metal.

Los niveles de odio y lentitud que contiene este trabajo discográfico es claramente brillante y justo para aquellos fanáticos de la corriente más antigua del Death Metal, específicamente del lado norteamericano con los pilares Incantation/Immolation, las cuales en su progresiva «calma» en la velocidad, se pueden encontrar claros vestigios de Doom, que le caen como anillo al dedo tanto a estos monstruos del género como a los nuevos Tzompantli.

Para tener en cuenta más o menos de que se trata esto, nos tenemos que dirigir hacia la cultura prehispánica, A la región centro norte de América, Tlazcaltiliztli, era la mesa donde se colocaban tanto cráneos de personas sacrificadas como el mismo lugar donde se realizaban ocasionalmente alguna ceremonia ritual que se traduce como «alimentar el fuego y el sol con sangre». Básicamente consistía en abrirle el pecho a un ciudadano, arrancarle el corazón y parte de la espina dorsal, todo esto para que? Para satisfacer las necesidades y el hambre de los Dioses.

Luego de esta colorida previsualización, vayamos a lo musical. Tzompantli es producto de Brian Ortiz, miembro de los Hardcore extremos Xibalba, que en esta oportunidad vuelca toda la producción sobre sus hombros tanto en composición como en vocales, guitarras y en algunos tracks incluso la percusión.
La idea acá es de lo más sobrio y concreto que se pueda escuchar en estos días de bandas nuevas, Death Metal oscuro y denso,

El disco comienza con «Yaohuehetl» (Tambores de Guerra), con instrumentos nativos y la espeluznante cortina de fondo dando paso a «Tlazintili» que nos pega frontal y brutal, con velocidad en la percusión y lentitud en el riff que por momentos de la repetición se vuelve casi hipnótico. La mala vibra, la agresividad que contiene es admirable!

También este disco tiene la esencia del Death Metal (esencia me refiero a Morbid Angel, porque Morbid Angel es y será lo máximo!) Con algunos riffs que tienden a recordarnos esa vieja gloria eterna, escuchar el comienzo de «Tlazvaltilizli» que en su oscura lentitud se muestra casi como un monolítico super solido; ó también «Tlamanalli» que a penas pero muy en el fondo se vislumbra un poco de melodía, entre el océano de oscuridad y odio.

Cuando nos referimos a oscuridad, la misma no es necesariamente expuesta por una técnica colosal o incluso originalidad, eso se palpa, se siente, lo sentimos al escuchar este estilo musical estando totalmente concentrados en ello, y por eso escuchar «Eltequi» lo mínimo que genera es temor. Y debería ser sumamente destacable que un tema instrumental (valga la redundancia, con instrumentos autóctonos) logre ese efecto en el espectador. Nos transporta a antiguas ceremonias.

Este trabajo es más que recomendable, no por su originalidad, sino por su sonido solido, su guiño al Death Metal Eterno (repito, Norteamericano) y por rendir pleitesías hacia sus orígenes, sus raíces, demostrando que la historia nativa es mucho más rica de la que se cree, haciendo pensar que solamente eran indígenas con taparrabos. Nuestros amigos Mictlantecuhtli y Huitzilopochtli seguramente están contentos por semejante disco lleno de Violencia en Náhuatl!