ETERNITY’S END: el fuego de la guerra
Eternity’s End – Embers of War
Fecha de lanzamiento: 26 de noviembre, 2021
Sello: Prosthetic Records
País: Alemania
Género: Power Metal
Tracklist:
1 – Dreadnought (The Voyage of the Damned)
2 – Bane of the Black Sword
3 – The Hounds of Tindalos
4 – Call of the Valkyries
5 – Arcturus Prime
6 – Shaded Heart
7 – Deathrider
8 – Embers of War
“En la música está todo inventado” es una frase de cabecera que suele repetirse cuando encontramos bandas que se apegan a una fórmula gastada, y la repetición de elementos compartidos no logra ser atractivo para los escuchas.
No voy a discutir si se inventó todo ya en la música. Pero si voy a recomendarles desde este segundo párrafo que escuchen “Embers of War”, el nuevo disco de los alemanes Eternity’s End, lanzado el pasado 26 de noviembre.
¿Qué nos vamos a encontrar en las ocho canciones que componen “Embers of War”? Power metal, hermoso, veloz y melodioso power metal de impronta heavy en los riffs.
Esta tercer entrega de Eternity’s End comienza de forma melódica con “Dreadnought (The Voyage of War)” para catapultarse a un riff veloz muy old school. Desde el vamos ya está pidiendo headbanging. Estribillo simple, coreable, digno del en vivo. En el apartado guitarrístico encontramos melodías que resuenan a Running Wild, solos a puro sweep picking, clásicos del power y melodías a dos guitarras (que nuncan falten). Espectacular comienzo.
Sin respiro y con solo de guitarra en la introducción, arrancamos con “Bane of the Black Sword”. Batería demoledora a todo doble bombo, guitarras armonizando en los versos separados por arreglos y pequeños solos de guitarra que llevan y acompañan al estribillo, tras el cual hay cambios en la guitarra rítmica, dignos de atención. Incluye duelo de solos entre los guitarristas Christian Münzner y Justin Hombach, tras los cuales la canción termina con aires épicos.
Velocidad es la clave de este disco, ya que la banda en ningún momento baja la intensidad. Instrumentalmente la guitarra rítmica en “The Hounds of Tindalos” recuerda mucho a Running Wild en el buen sentido. Estribillo ganchero, bien propio del power metal, digno de un show en vivo. Destacado el solo de guitarra que comienza con tintes de metal neoclásico.
“Call of the Valkyries” tiene una cuota extra de oscuridad y peso en su riff. La banda hace valer su propuesta más cruda, haciendo sentir en la mezcla el bajo de Linus Klausenitzer, mientras el vocalista Iuri Sanson hace un gran trabajo doblando sus voces para cargar los versos. Buenos puentes y estribillos, donde hay una participación especial del guitarrista y vocalista Piet Sielck de Iron Savior.
Siguiendo con esa onda Iron Savior, “Arcturus Prime” se siente bastante como una continuación directa de “Call of the Valkyries” y cuenta también con Sielck participando de los coros. Por supuesto la velocidad sigue sin bajar, siendo cada canción del disco un disparo certero. Excelente trabajo a nivel de melodías y solos.
El heavy de riff oscuro vuelve con “Shaded Heart”, que vira a una guitarra considerablemente más pesada, aunque se mantiene una línea vocal más melodiosa. Tiene algunos cambios interesantes en la mitad de la canción y uso de teclados como condimento extra. Funciona.
El baterista Hannes Grossmann se ocupa de abrir la canción “Deathrider” en solitario, tras lo cual se le suma el resto de la banda en plan Iron Savior acelerado, por supuesto, acompañados por Piet Sielck en los coros. Impecable trabajo en los solos de guitarra y las armonías.
Como está establecido en el Gran Libro del Power Metal, la canción más larga del disco es la que tiene que cerrar el tracklist. “Embers of War”, que también da nombre al disco, dura nueve minutos y medio, y uno no puede más que preguntarse si con la velocidad e intensidad que la banda maneja es posible que mantengan un tema de esta duración.
La respuesta es afirmativa por supuesto. Con esta duración viene la teatralidad añadida a los versos y el estribillo, estos últimos cargados por las guitarras armonizadas. En la mitad cambia un poco el planteo, bajan un poco las revoluciones y se va a la base lenta para que los solos de guitarra se vuelvan protagonistas, apoyándose sobre guitarras limpias.
Después de los solos vuelve el planteo heavy y veloz, plagado nuevamente de solos, que desembocan en los versos y estribillos finales, para terminar en el riff más pesado y oscuro.
Este tercer disco de Eternity’s End tiene todos los números ganadores. Es pesado, suena a heavy en su riff, tiene melodías y solos que destilan power metal puro, y tienen un vocalista que maneja bien la epicidad con un tono de voz que es muchas veces poco usual para bandas del estilo.
Es un álbum fácil de escuchar, que engancha y lo recomiendo sobretodo a aquellos que buscan alternativas al power de corte más sinfónico o a quienes creen que el power no tiene chances de ser lo suficientemente heavy y agresivo.
Lineup:
Iuri Sanson (Voz)
Christian Münzner (Guitarra / Teclados)
Justin Hombach (Guitarra)
Linus Klausenitzer (Bajo)
Hannes Grossmann (Batería)