VITAL REMAINS: Sofocando el grito de los Negadores.

Lentamente ingresamos a la época más hipócrita del año para toda la humanidad, la faceta más extraña del ser humano llevada a cabo por festividades donde no reina el cariño y amor auténtico, y es por eso que necesitamos esta dosis dominguera para acomodar nuestros corazones al borde del infarto y retomar el dominio total con música! Música que siempre sana nuestros corazones, nuestras mentes y nos brinda la suficiente endorfina como para soportar este último tirón de un año abominable en lo global.

Que mejor que escuchar este disco, que sigue siendo asombroso a 18 años de su edición, que contó con doble masterizacion ya que la primera no era del total agrado de la banda, que viene con el sello de los Morrisound Studios (meca del Death Metal), un disco que sin tener dos décadas de existencia ya puede ser tomado fácilmente como un Clasico; hablamos del enorme «Dechristianize» de Vital Remains.

Dave Suzuki, Glen Benton y Tony Lazaro.

Previo a este lanzamiento, Vital Remains tenía algunas obras que si bien no llegaban a nivel de «Maestras» eran sumamente respetables como el estupendo «Forever Underground» y el anterior «Dawn of the Apocalypse», pero no llegan al punto culmine como si se llegó con este disco ya que no es menor la incorporación de Glen Benton (espero no sea necesario decir que es el vocalista y líder de Deicide) y como adicional, marcar que Dave Suzuki y Tony Lazaro llevaron a cabo juntos la composición general del álbum, dejando a manos las guitarras bases, el bajo y la batería en manos de Suzuki y la guitarra líder con solos y bellezas en manos de Lazaro.

Al principio cuando uno tiene el disco en sus manos piensa «no serán poco largos los temas para una banda extrema?»
«El título es original Pero ¿por qué se llama así?»
«¿Este va a ser otro disco de clichés blasfemos?»


Todas estas respuestas se aclaran y contestan con solamente una escucha completa. Sólo eso, sólo una hora de tu miserable y abyecta existencia como para dejarte los pelos (si tenes) de punta.

Pocas muy pocas obras musicales escuché en mi vida que tuvieran este sonido hiper agresivo e hiper melódico por momentos, es la hermandad final del metal más extremo con las melodías con más calidad y sutiles. Por un lado, la percusión llevada al borde del martillo hidráulico a la décima potencia. Por otro los riffs malignos y precisos, sonando claros como cuchillos cortando tímpanos. Y como frutilla de la torta los guturales de Benton que en algunos pasajes son levemente más brutales que en Deicide y que van de maravillas con partes melódicas, esto mismo quiso replicar en su propia banda pero no dio el fruto ni el reconocimiento que se quería.

Este disco es un nivel más hacia la batalla contra el espanto impuesto durante milenios, la Oda al Maligno! No hay pieza floja o carente de energía, no hay momento de neutral calma pasajera, sólo violencia y toneladas de riffs afilados. Algunos temas evocando antiguas glorias del metal extremo como «Rush of Deliverance» con la base rítmica al borde del Brutal Death, el redoblante que se te pega en cerebro imponiendo el corte y las licencias del groove por momentos;»Unleashed Hell», «Devoured Elysium» machacante, con más potencia destructiva por segundo escuchado que algunas bandas extremas en toda su discografía.


Una de las virtudes remarcables es la capacidad de variar que tienen los temas. Los ritmos varían de tiempos en milésimas y no son cortes abruptos al oido, sino todo lo contrario, y siempre acompañados por momentos donde las notas altas de las guitarras son elegantes, melódicas y soñadasc

Este disco de VITAL REMAINS tiene dos momentos de clímax, uno el gigantesco «Entwined by Vengance» donde creo que el doble bombo supera la barrera de la velocidad conocida, y la violencia que se ve rendida ante el minuto 3:20 del tema donde aparece una guitarra acústica deliciosa cambiando el eje del tema con uno de los punteos más simples y elegantes que haya escuchado en el Death Metal sofocando el grito de aquellos que niegan, bendiciendo a aquellos testigos de la revelación final. Amor.


Y el otro punto alto es el inicio… el pasaje de «O Fortuna» de Carmina Burana mezclado con el juicio por herejía a Jesús, el grito colérico de «Que comience la Matanza!» Siendo está pieza el nirvana del odio hacia el judeocristianismo en formato musical, y sin dejar en ningún momento ese lado melódico que se pega como cemento. Está en el top 5 de mejores temas de Metal que haya escuchado en mi vida.

Vale mencionar que la lírica no recae en un simplismo articulado de «viva Satanás» sino que como está escrito, es una declaración auténtica del desprecio visceral hacia ciertas costumbres que castraron a la humanidad la libertad máxima, oprimiéndolas en el terror hacia lo desconocido.

Disco especial de VITAL REMAINS para contrarrestar el falso positivismo de las fiestas tradicionales, y para molestar al ajeno ignoto que nos ve raro por usar ropa negra.

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