TEMPERANCE: Un diamante en bruto

A la fecha, la banda italiana Temperance cuenta con seis discos de estudio y ocho años de carrera en los cuales se han hecho de un lugar en la escena del metal melódico.

Méritos sobran. Un sonido potente, en ocasiones épico y un apartado vocal prolijo, que hoy en día comparten los cantantes, Alessia Scolletti y Michele Guaitoli, son la carta principal de la banda, que hoy viernes estrenan su nuevo disco “Diamanti”.

Con una duración total de cincuenta y ocho minutos, el disco dividido en doce canciones es una buena demostración de metal melódico contundente y de corte moderno con más aciertos que errores.

Desde el comienzo con “Pure Life Unfolds” toda la carne está puesta en el asador. Potencia pura, riff pesado, melodías de guitarra y teclado y la combinación ganadora de Scolletti y Guaitoli para dotar a la canción de un ida y vuelta entre ambos cantantes que se mantiene a lo largo del álbum.

En seguidilla están “Breaking the Rules of Heavy Metal” y “Diamanti”, ambas también elegidas como cortes de difusión del disco. La primera va en la mísma línea que “Pure Life Unfolds”. Misma energía constante enfocada en una canción que está pensada para tocarse en vivo sí o sí.

“Diamanti” baja un poco las revoluciones y juega con más flexibilidad en los versos lentos donde Guaitoli resulta más dominante. El estribillo pegadizo en italiano es un acierto y es fácil imaginarse al público cantándolo en vivo. Para algunos podría pecar de ser un poco popero de más, pero funciona.

Después de las primeras tres canciones, el disco entra en una suerte de meseta donde las canciones pueden mezclarse un poco si uno no presta atención. La repetición en términos de composición y estética no es fatal para todas las bandas, pero en algunos casos vuelve cansinos a los discos.

Esto no termina de pasar con “Diamanti”, ya que en última instancia las canciones terminan ofreciendo una mínima diferencia que puede llevar al escucha a preferir alguna canción sobre otra más allá de las luces y sombras.

Y así, “Black Is My Heart” juega un poco más con la velocidad y el estribillo pegadizo, mientras que “Litany of the Northern Lights” destaca por una melodía vocal más teatral y más lograda, llevadera en conjunto con la instrumentación extra de toque folk que le da a la canción un aire más único.

“You Only Live Once” no termina de destacar más allá del estribillo a dúo, veloz y por supuesto pegadizo, aunque las letras pequen de blandas de más.

“I the Loneliness” tiene un toque melancólico a nivel de voces y varios arreglos interesantes que realzan una canción que se pierde fácilmente en el tracklist.

Seguimos de largo, con sonido de contundencia incuestionable. “Codebreaker” se despega un poco de la monotonía gracias a un verso donde las voces se mueven parejos con la guitarra. Estribillo que no baja la intensidad y que tiene que ir directo al en vivo a ver que pasa. Seguro pega.

“The Night Before the End”, la canción más larga del disco, tiene sus momentos de tensión interesante gracias a los arreglos de corte más orquestal de los teclados, que acompañan muy bien los versos previos al estribillo. Tiene un cambio interesante después del solo en la mitad de la canción, que le da un poco más de variedad.

Para separarnos un poco de esa constante a nivel sonido y composición está “Fairy Tales for the Stars”, la balada del disco. De sonido popero a más no poder, seguro le gustará a más de uno, pero esta vez en particular, resulta demasiado empalagosa, incluso para una banda que vira tanto hacia lo melódico.

Llegando al final del álbum, “Let’s Get Started” lleva el estilo popero de las voces más allá de lo usual, en una veta muy parecida a lo que suele hacer Amaranthe. Esa cuestión rock / pop se separa un poco del grueso del disco y puede ser más atractiva por ello. ¿Podrá por lo accesible ser parte del setlist en vivo?

“Follow Me” se destaca por sobre el resto y tiene sus momentos de mid tempo en los que la guitarra está más relegada, aunque la banda no tiene miedo de apretare el acelerador camino a y durante un estribillo con mucho gancho, que a mi gusto remite bastante al power metal. Interesante trabajo sobre las voces pasados los tres minutos. Sin dudas la canción más variada, que colabora con dejar un buen sabor al final del tracklist.

Sin lugar a dudas “Diamanti” colabora con cimentar la identidad ya lograda de Temperance. La calidad del sonido no es cuestionable. La propuesta instrumental es coherente y compacta, sin lugar a dudas engancha, a pesar de que algunas canciones sean más fáciles de mezclar con otras por su parecido.

El trabajo de las voces es lo más destacable, incluso en los momentos que el disco pueda pecar un poco de flaqueza. Sin lugar a dudas es recomendable para quienes gustan de bandas que se decantan por elementos sinfónicos y mezclar voces masculinas con femeninas en cada canción.

Para quienes no suelen elegir este subgénero es una oportunidad de conocer una propuesta moderna que posiblemente les aporte alguna canción nueva en su playlist.

Lineup:

Alessia Scolletti (Voz)

Michele Guaitoli (Voz / Teclado)

Marco Pastorino (Guitarra / Voz)

Liuk Abbott (Bajo)

Alfonso Mocerino (Batería)

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