BEAST IN BLACK: Conexiones oscuras

Beast in Black – Dark Connection
Fecha de lanzamiento: 29 de octubre, 2021
Sello: Nuclear Blast
País: Finlandia
Género: Power Metal
Tracklist:
1 – Blade Runner
2 – Bella Donna
3 – Highway to Mars
4 – Hardcore
5 – One Night in Tokyo
6 – Moonlight Rendezvous
7 – Revengeance Machine
8 – Dark New World
9 – To the Last Drop of Blood
10 – Broken Survivors
11 – My Dystopia

Ni corto ni perezoso, tras su salida de Battle Beast, el guitarrista Anton Kabanen fundó la banda Beast In Black, la cual cuenta con tres discos editados en seis años de carrera.

Tras el exitoso debut de la banda con “Berserker” en 2017 y el lanzamiento de “From Hell with Love” en 2019, llega finalmente a oídos del mundo “Dark Connection”, un álbum fuertemente inspirado por la estética sci-fi.

El disco comienza con “Blade Runner”, de forma directa y sin rodeos. Batería y guitarras contundentes acompañadas por teclados son la regla. El vocalista Yannis Papadopoulos destaca por su timbre agresivo y a la vez melódico. Un corte bastante pesado para marcar un excelente arranque.

De la mano de un riff decididamente heavy pasamos a “Bella Donna”. Guitarras a todo palm mute en los versos que llevan a un estribillo con ritmo practicamente bailable gracias al añadido de teclados. Por supuesto el gancho está a la órden del día, con un Papadopoulos que sigue como protagonista.

El partir de una guitarra de fuerte característica heavy le servía a Kabanen en Battle Beast y le sigue funcionando en Beast in Black, siendo parte del ADN de la banda.

“Highway to Mars” sigue la misma línea, con un riff heavy con toque old school, salpicado por teclados. Si hay algo que nunca le va a faltar a una banda como Beast in Black es peso en la mezcla, teniendo dos guitarristas como Kabanen y Kasperi Heikkinen. Más estribillos coreables, que nunca nos faltan.

Con Atte Palokangas detrás de los parches nos adentramos en la siguiente canción, “Hardcore”. Ritmo pegadizo es el concepto clave. Todo engancha, los teclados, el verso y por supuesto el estribillo movedizo. Desde luego no estamos enfrente de algo que sea superlativamente elaborado, pero no pretende más que lo que hace. Si en vivo se refleja esta energía, es todo lo que cuenta.

“One Night in Tokyo” nos lleva directamente a esa estética más ochentosa con teclados predominantes. Es una canción que funciona muy bien, sobre todo en el apartado de los solos de guitarra. Es hasta ahora la canción que más se diferencia del resto, por sacrificar un poco el foco de las guitarras, que si bien siguen presentes, son secundarias frente a una propuesta altamente bailable. Gusta.

“Moonlight Rendezvous” va más a medio tempo y es también uno de los más largos del disco, pasando los cinco minutos y medio. La bajada de velocidad se agradece y hace más fácil de apreciar algunos elementos como la mezcla de baterías digitales y analógicas, así como el desempeño de Papadopoulos, para quién es muy fácil pasar de voz limpia a rozar el falsete.

Tras una pequeña introducción en forma de diálogo, “Revengeance Machine” resulta por lejos uno de los temas más aplastantes del álbum en el buen sentido. Riff veloz y heavy, con el acompañamiento de teclados justo y un Papadopoulos en plan Ralf Scheepers en los versos y doblando las voces en el corto estribillo. Solos marca de la casa, riff y estribillo de vuelta. Headbanging asegurado.

“Dark New World” es continuista con el planteo principal del disco. En esta ocasión Papadopoulos trabaja los primeros versos solo con la batería y los teclados antes de estar acompañado por todos los instrumentos y pasar a una voz más agresiva. Funciona bien.

Nuevamente baja un poco la velocidad con “To The Last Drop Of Blood”. No se pierde en ningún momento la intensidad, combinada con un estribillo donde la melodía vocal está bien acompañada por el teclado. Todo muy coreable por supuesto. El pasaje de los solos, excelente y vertiginoso como es costumbre.

De la misma manera se presenta “Broken Survivors”, sin apuros, con una estructura más simple y el estribillo coreable de rigor. Buena melodía, es más de lo mismo, pero pega. ¿Para qué complicarse más?

“Dark Connections” cierra con “My Distopia”, que se coloca como la canción más larga del disco, rozando los seis minutos de duración. Tras una introducción de caracter un poco más épico, los versos van sobre piano, teclados y batería, para luego añadir guitarras eléctricas camino al estribillo.

Si bien el factor enganche se mantiene, es una canción que se diferencia un poco del resto y posiblemente la más ambiciosa dentro de una propuesta bien definida. Corte interesante cerca del último tramo de la canción, bajando la velocidad para volver a subir al estribillo. Buena manera de terminar un disco parejo.

Kabanen tiene en Beast in Black una fórmula a prueba de fallos, algo que queda más que demostrado en un álbum parejo, prolijo y al que se le podría achacar una falta de variedad, ya que en cierto punto algunas canciones terminan pareciéndose demasiado.

No obstante eso no empaña el buen trabajo a nivel de sonido y mezcla, ni tampoco el hecho de que a pesar de que las canciones son muy similares, tienen mucha entrada y son fáciles de escuchar, un mérito no solo de la composición formulaica sino también de Papadopoulos, que se adueña del espacio que le toca con gran soltura y su toque particular, haciendo de la experiencia muy disfrutable.

Recomendable para quienes busquen alejarse del power más tradicional y busquen canciones más directas sin tanto arreglo y floritura, o para quienes quieran explorar un poco esa mixtura de heavy / power.

Lineup:

Yannis Papadopoulos (Voz)

Anton Kabanen (Guitarra)

Kasperi Heikkinen (Guitarra)

Máté Molnár (Bajo)

Atte Palokangas (Batería)

Sitio Oficial: https://beastinblack.com/

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