«Painkiller»: 31 años bajo las ruedas mortales

Judas Priest «Painkiller»

Fecha: 3/9/1990

Sello: Columbia Records

Tracklist:

  1. Painkiller
  2. Hell Patrol
  3. All Guns Blazing
  4. Leather Rebel
  5. Metal Meltdown
  6. Night Crawler
  7. Between the Hammer & the Anvil
  8. A Touch of Evil
  9. Battle Hymn
  10. One Shot at Glory

La regularidad y estabilidad son claves en todo proyecto/camino en esta existencia, tanto por un individuo como por un colectivo; además si del resultado de dichos enfoques es un producto tan sólido como la enorme trayectoria de Judas Priest, estamos hablando de cosa sería.

Hemos leído y escuchado de que este disco que hoy celebra 31 años de existencia, es «el mejor disco de Metal en la historia». Para muchos esto puede ser cuestionable y para otros no, y ambos tienen argumentos serios. Solamente vale mencionar que estamos ante un trabajo de quiebre, que marcó cual señalador de libros cambios en la historia de Judas Priest y en la historia del Heavy Metal como un todo.

Es tal el peso que tiene este trabajo discográfico que movió cimientos que se pensaban hiper sólidos y rígidos, cuales leyes monolíticas que marcaban incuestionables los parámetros que se debían seguir para «hacer metal». Y esto no es sólo virtud de los integrantes de la banda sino de la producción que, en este informe, mostraremos algunos detalles sobre la misma que impulsaron a hacer de este, un álbum memorable.

Fines de los 80s, el Heavy Metal estaba viviendo puntos de evolución notorios, algunos de ellos marcados en Alemania y Estados Unidos, el Thrash estaba comenzando a pisar con fuerza los talones de los grandes nombres que ya estaban levemente estancandose. Judas Priest terminaba la década con dos discos que si bien no son explosiones y son un enfoque notorio al pasado como «Turbo» y «Ram it Down», lo cual a muchos fanáticos de entonces dejaba poco preocupados ya que el sonido en global estaba quedando antiguo, muy fiel (demasiado) a la corriente NWOBHM.

Tom Allom, quien producía junto con la banda los anteriores trabajos de Judas (quien produjo el último «FirePower» el 2018) que además es conocido por su suprema calidad siendo encargado de álbumes de Black Sabbath y Def Leppard, estaba quedando lejos del sonido actual a nivel mundial, se necesitaba un cambio.

Comenta el bajista Ian Hill:
«La primera vez que trabajamos con Chris , él era ingeniero en Morgan Studios en Londres. Trabajó en nuestro segundo álbum en 1975, ‘Sad Wings of Destiny’ . Por supuesto, era un jovencito en ese entonces. Estaba lleno de vida, y también era un hombre divertido. Ponía algo de acento y simplemente se sentaba en el medio del estudio y decía «produce, produce» y cosas así. Brillante, brillante. Obviamente, hizo su propio camino y terminó siendo productor. Trabajó en ‘Painkiller’ con nosotros, lo cual fue un gran movimiento para nosotros porque habíamos estado usando a Tom Allom hasta entonces. En ese punto, creo que como que lleguamos al final del camino con Tom, por lo que pensamos en usar a otra persona. Chris había estado haciendo mucho metal nuevo, así que pensamos en darle una oportunidad y ver cómo encajaba después de todos estos años. Hay una gran brecha allí, unos quince años más o menos, y él era el mismo, un poco mayor, un poco más grande, pero era el mismo. Hizo un trabajo tremendo. ‘Painkiller’ es uno de nuestros álbumes emblemáticos. Y después de eso, cuando sumamos a Ripper (Owens), él también hizo ‘Jugulator’ , y lo pasamos muy bien en Silvermere Studios .»

Chris Tsangarides nacido en el Reino Unido en 1956 se iba a encargar de darle un vuelco notorio al sonido de Judas Priest, hermanando partes pesadas del Thrash sin modificar la esencia de Judas Priest, darle más energía, vigor, aire nuevo que para aquel que haya escuchado los discos antes mencionados con «Painkiller» notará la diferencia al instante.

«Creo que el movimiento del thrash metal en sus comienzos fue una señal de que la industria debía seguir evolucionando, como también las bandas. Es un curso natural, y en esos momentos algo nuevo siempre es bueno. Recuerdo algunos conciertos con Slayer a principio de los 80, y supongo que tuve que aceptar el hecho de que la cosa iría por ahí. Así que cuando Priest lanzó Painkiller, fue una inspiración para que otras bandas se volviesen más rápidas» comenta el enorme guitarrista K.K. Downing.

«Supongo que Painkiller fue un álbum fundamental. para muchas, muchas personas y todo el género del heavy metal en general ”, reflexiona el productor. “No es que nadie supiera en ese momento qué significaría para muchos fanáticos, pero aún así, hasta el día de hoy, la gente me pregunta al respecto: «¿Cómo lo grabaste? ¿cómo lo conseguiste así? » No hay ningún engaño. No hay computadoras, nada de eso porque no estaba cuando lo hicimos jaja. Básicamente escribieron un álbum que iba a ser tan rápido y furioso como pudiera ser, y tenían algunas melodías fabulosas y un estilo excepcional.«

«Y toda la clave para ello fue el hecho de que utilizaron a Scott Travis por primera vez, que es absolutamente excepcional, y podía tocar las partes que se requerían, además cambiando a gente como yo que siempre fui un gran admirador de los chicos, los escuché desde que tenía 17 años. Y básicamente, un fan el hecho de que un fan esté haciendo un álbum de uno de tus bandas favoritas es una gran combinación, porque quieres que sea como si quisieras escucharlo como un turbo y salió así. Sí, estamos muy orgullosos de ello.»

Tour Japonés del Painkiller

Sobre los cambios de Judas Priest, Chris Tsangarides dice:
«Solían usar guitarras directamente en el set y las máquinas en los tambores y cosas así, y querían volver a la situación de la banda donde todos podían tocar juntos. Y eso es lo que hicimos porque lograron conseguir un baterista como Scott.
Buscaban un pequeño cambio. Si trabajas con las mismas personas durante años y años, y por muy exitoso que sea, pensas, ‘¿Sabes qué? Podría ser bueno hacer algo con otra persona «. Tiendo a trabajar con bandas en una base repetida, donde lo haré volver y trabajar con ellos más tarde en la vida; es algo natural para hacer. Pero no, sin discusiones ni nada; fueron muy respetuosos. Fue muy divertido, ese álbum. Pero no recuerdo discusiones entre nadie. Lo cual es fantástico «.

Esa unión, matrimonio del Heavy con partes Thrash también viene a colación por el cambio de Baterista, saliendo de la banda Dave Holland e ingresando el ex Racer X Scott Travis.
«Durante muchos años estuvimos trabajando sobre los puntos débiles de Dave, hasta que no se pudo sostener más el vínculo y optamos por cambiar. Por suerte Scott estuvo muchos años con nosotros» comenta K.K. . Esto se comprende rápido por el enorme uso del doble bombo en todo el disco a comparación de trabajos anteriores.

Este cambio fue también pilar para darle frescura a un sonido que estaba perdiendo la batalla con las tendencias modernas para la fecha.


El grupo comenzó a escribir Painkiller a finales de 1989 y entró en los estudios Miraval en Correns, Francia.


Tres meses después, la banda terminó el disco en los estudios Wisseloord en Hilversum. Países Bajos. Judas quería lanzar el disco Painkiller lo antes posible para que los fans supieran las canciones cuando el grupo estuviera completamente concentrado en las giras de verano.

Sin embargo, CBS Records decidió posponer el lanzamiento del álbum hasta el veredicto de Vance Vs. Judas Priest. El famoso caso judicial involucró a dos adultos jóvenes en Reno, Nevada, que firmaron un pacto suicida el 23 de diciembre de 1985 después de recibir misteriosos mensajes subliminales de la canción «Better By You, Better Than Me» que está en el álbum «Stained Class» de 1978 de Judas Priest . El caso fue desestimado debido a la falta de pruebas el 24 de agosto del 90 y CBS encontró rápidamente un espacio en su calendario de liberación de Painkiller.

Además del cambio en la propuesta musical en estos detalles mencionados, hubo otro encare en el arte de disco, donde nuevamente Mark Wilkinson fue partícipe junto con Scott Davis, siendo el primero encargado del arte en «Ram it Down». En esta nueva obra «quisimos darle un giro, es esencialmente similar a la figura en Sad Wings of Destiny pero con un vuelco más a lo ‘Robocop’. Queríamos retratar las alas y la figura agresiva. Además sumarle una motocicleta con un Dragón iba a ser llamativa» expresa el enorme vocalista Halford, incluso más allá de la postura de Tipton de no querer una imagen representativa para la banda como así tenían Iron Maiden, Megadeth y otras bandas de alto nivel mundial.

«Painkiller, para mí, es tanto un álbum de batería como es, un álbum de guitarra o un álbum vocal. Hicimos de la batería un instrumento principal en este registro. Sin Scott, no hay forma que Painkiller hubiera sido tan poderoso o tan fuerte. Tiene la habilidad de hacer algo muy, muy emocionante y muy explosivo con la forma en que interpretó las canciones que escribimos » dice Rob Halford.

«Hell Patrol«, con el marcado galope del doble bombo potente con alguna leve influencia de Iron Maiden incluso en algunos destellos de guitarras que pueden hacer cierto timbre a Murray y Smith; se desvía a un lado para un duelo Tipton / Downing más exclusivo y clásico.


«All Guns Blazing» es aún más pesado, llevando todo con un coro himno sencillo pero eficaz. Halford se muestra con tonos mayormente agresivos, con su ya ilimitada capacidad vocal que a nadie disgusta y a todos sorprende.

«Leather Rebel» una especie de secuela de «Hell Bent for Leather», siendo un tema con claros tintes rockeros con notas rápidas todo llevado al límite posible de la capacidad de Scott, mientras «Night Crawler» comienza espeluznante, pero luego se transforma en potencia continua en un ritmo medio cómodo, brillante y totalmente admirable, donde nuevamente la mano del Productor Tsangarides se nota.

Por encima de estos tracks que son de alto nivel, hay 2 canciones que superan aún más lo plasmado en todo el álbum, una de ellas es «Between the Hammer and the Anvil», canción melódica, que se graba a fuego en la memoria del oyente por su riff fácil, captable, atrapante, y con las partes vocales levemente separadas logrando asi ser de los temas donde todo instrumento tiene claridad y momento.


Y para no ser menos, un himno del metal, ó quizás EL Himno del Heavy Metal, el tema que le da nombre al disco, «Painkiller». a lo largo de mi vida tuve la fortuna de hacer reseñas de bandas que amo y jamás me pasó de quedarme sin adjetivos y loas para una obra perfecta como este tema. Es necesario escucharlo y hacer silencio para entenderlo, Es Heavy Metal, Punto.

Los Judas Priest no entran al Olimpo…son Dueños del Olimpo.

2Comentarios

  • pocho
    3 de septiembre de 2021

    acá la culpa la tiene Travis que llegó, les cacheteó las nalgas y les dijo «síganme xq se están durmiendo» y ahi está Painkiller!!!… discaso!!!

  • Nahuel
    3 de septiembre de 2021

    Muy buen comentario! Creo que la sensación general que te deja el disco es justamente algo de lo que comentaba Halford, termina siendo un trabajo en el que tanto el sonido, los instrumentos así como la escritura de las canciones se llevaron al extremo, dejando una obra que incluso en 2021 (30 añasos después) no te deja un momento de respiro. Lo comenta Halford, todos los instrumentos hacen un trabajo impresionante por si solos (quizá se podría discutir el bajo).
    Creo que ese aspecto, siendo todos los miembros de la banda de los mayores exponentes en cada instrumento, es que deja a este disco como uno de los mejores en la historia del género.

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