FELL HARVEST – Pale Light In a Dying World

Luces y sombras del Inframundo

Descubrir bandas nuevas, escuchar un album debut, es un deporte de riesgo. Sumergirse en el Inframundo puede traer grandes alegrías y también horas de espanto. Ver una banda nacer, evolucionar y cambiar, hasta llegar a las grandes audiencias, requiere paciencia. La recompensa puede ser invaluable, como la satisfacción de ver pulir un diamante. 

Fell Harvest – Pale Light In a Dying World
Fecha: 16 de Julio 2021
Sello: Independiente
País: EEUU

Año de formación: 2019

Género: Doom

Tracklist:

1.Titanicide
2.Pale Light In a Dying World
3.The Lark at Morning
4.The Wind That Shakes the Barley
5.Thy Barren Fields
6.The Ghosts of Scapa Flow

Un ansiado primer album

Fell Harvest la banda de Cheyenne, Wyoming encabezada por el bajista Joseph Fell, quien escribió la mayoría de las letras, tiene su primer album, Pale Light in Dying World (Luz pálida en un mundo moribundo). En solo seis temas, este trio se pasea por una variedad de sonidos metálicos, siempre alrededor del doom. Aunque también se permiten riffs de un heavy más clásico. Pero Pale Light in Dying World tiene problemas, la producción no es la mejor y falta coherencia en las composiciones. Si no estuvieran en un mismo album, uno pensaría que son temas de albums o hasta bandas diferentes. Por último, la voz limpia de Fell no llega. Para esto hay una explicación, daño pulmonar debido al Covid, así lo indica la gacetilla de prensa. Seguir con la grabación, a pesar del virus, marca quizás la mayor virtud que muestra el debut de Fell Harvest, la persistencia.

El tema que abre el album «Titanicide» (abajo video), es el mejor, el más directo, un killer riff se abre paso y no baja la guardia. Fell aclara que los riffs de este tema los tuvo por veinte años en carpeta. Saber esto, va dejando las cosas más claras, «Pale Light in Dying World» es un debut pero también es el final de un largo camino. El segundo tema, que lleva el nombre del álbum, es el más ambicioso, posiblemente el que más refleja el sonido que actualmente quiere lograr la banda. El de un doom climático que se vuelve agresivo, es que para Fell Harvest, Paradise Lost y My Dying Bride son las estrellas más brillantes del firmamento. 

«The Lark at Morning» arranca lento, espeso, con arreglos que no convencen. Mayor desconcierto llega con «The Wind That Shakes the Barely», cuando la voz Fell y unos truenos avanzan tímidamente junto a una guitarra acústica, hasta que todo desemboca en una batería machacona un poco desajustada. «The Barren Fields» no está mal, sobretodo cuando al medio tiempo le ponen el acelerador.

En los nueve minutos que dura «The Ghosts of Scapa Flow», el último tema, Fell Harvest muestra algo clave, tienen la ambición de hacer algo grande, que llene de emoción el espacio obscuro. Pero sostener un clima y una canción por nueve minutos requiere de ideas y una intensidad que por ahora no alcanzan. Merece Fell Harvest el olvido, creo que no, a pesar de las críticas, hay algo que hace intuir una pequeña luz en la penumbra. En una segunda escucha las canciones logran crecer. Merecen una segunda oportunidad. Al fin de cuentas, no todos los días sale una banda de Wyoming.

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