DEICIDE: Una Oda al Maligno

Deicide «Deicide»
Feccha: 24/06/1990
Sello: R/C Records

Tracklist:

  1. Lunatic of God’s Creation
  2. Sacrificial Suicide
  3. Oblivious to Evil
  4. Dead by Dawn
  5. Blaspherereion
  6. Deicide
  7. Carnage in the Temple of the Damned
  8. Mephistopheles
  9. Day of Darkness
  10. Crucifixation

Vamos a comenzar este nuevo informe, dando la advertencia de que aquí se va a tocar en detalle una pieza clave dentro de un género musical, pero no cualquier característica normal, sino sobre algo que hasta ese entonces no era un tópico muy recurrente o incluso tan crudo como estos muchachos lo hicieron a lo largo de la historia. La Blasfemia.

Bien sabemos que hasta el día de hoy, en pleno 2021, se dicen Blasfemia mínimas (Blasfemia = frase que ofende a un ser o a algo sagrado) y las voces radicales del cristianismo y catolicismo, tienden a volver a practicar arcaicas condenando al emisor a castigos imaginarios en lugares imaginarios; por ende tengamos en cuenta el rechazo que logró acumular el grupo liderado por el controversial Glen Benton llamado Deicide en su disco debut homónimo.

Año 1990, el comienzo del final, la visualización de los años 2000, la modernidad que lentamente comenzaba a avasallar todo. Por otro lado el Death Metal estaba forjando sus máximos pilares con producciones emblemáticas que marcaron vidas y motivaciones.. Todo el caldo de cultivo para que viera surgir una nueva arista, ya que la bandera del Satanismo más primitivo y agresivo estaba en manos del Black Metal, se «necesitaba» un nuevo emblema para el género Death Metal que pisaba con mucha fuerza no sólo en Florida sino a nivel mundial.

Vale mencionar que previo a nombrarse Deicide (Deicidio, asesinato de un Dios) se llamaron Amon con el cual lanzaron un par de demos con correcta aceptación. En 1990 cambian su nombre para editar un disco que, hasta la fecha, sigue siendo explosivo en muchos sentidos.


Así como mencionamos otros iconos surgidos desde Florida, es imposible obviar la característica macro del sonido Death Metal, nacido en los estudios Morrisound y el trabajo del gigante Scott Burns para producir este trabajo sumamente agresivo.

La temática madre del disco es bastante frontal, el odio visceral hacia el cristianismo y todas sus imágenes más representativas, pero cuenta con otros elementos volcados hacia la historia de personajes siniestros que pisaron está tierra y en tiempos modernos.

Con esto comienza el disco, el track «Lunatic of God’s Creation» el ruido de puertas pesadas abriendo y el crujir de las guitarras con su riff seco al pecho, propiedad de los hermanos Hoffman haciendo de este un comienzo que se graba a fuego en la memoria. La velocidad y la postura vocal haciendo algo totalmente entendible en su pronunciación y que en el fondo se escuche con claridad la segunda voz desgarradora, al punto del vómito.  Este juego vocal es clave en todo el disco, es cual presencia demoníaca en lo profundo, muy pero muy agradable. Como mencionamos este tema no refiere al satanismo sino ha las vicisitudes del nefasto señor Charles Manson y el compendio de idioteces que expresó a lo largo de su vida.


Aparte, otro tema que no refiere al tópico central es «Carnage in the Temple of Damned» evocando al infeliz predicador Jim Jones y la matanza de Jonestown donde fallecieron al rededor de 400 personas, incluso Jones que se pulverizó la cabeza de un escopetazo.

Este trabajo discográfico fue tan sólido en su momento que marcó rápidamente a Deicide como una banda a tener en cuenta, incluso superando al llamativo outfit utilizado por el señor Benton en las presentaciones en vivo vestido completamente por una armadura, cual guerrero de Lucifer. Eso, sumado a su notoria pasión por Satanás grabando en su frente una cruz invertida con fuego, podíamos notar ó que el señor estaba fuera de sus cabales ó realmente estaba tomado por la maldad.

Volviendo al disco, el mismo cuenta con canciones que son, al día de la fecha, clásicos indiscutibles. «Oblivious to Evil» con sus cortes marcados, su ritmo intermedio pesado, supurando oscuridad con sonido perfecto! «Deicide» y su potencia que inicia con el «No Lord shalt stand before myself», sonido 90s hasta la médula, crudo agresivo y con una cambio de velocidad marcada por el enganche más respetable del disco, violencia!!!

Por encima de estas piezas que mencionamos, hay dos que a gusto personal se llevan los laureles; la primera «Blaspherereion» rápida, feroz, con un dejo muy sutil de Slayer en las guitarras, con la interpretación vocal nuevamente dando la nota con su profundidad que por momentos pareciera ser grabada en una catacumba! Y ni decir del corte y la bajada rítmica llegando a los finales de la pieza que es sumamente headbanging, un monolítico en la frente a manos del gigantesco baterista Steve Asheim.

Y para cerrar, en mi gusto no sólo la mejor pieza de todo el disco, sino de los mejores temas de Death Metal que haya escuchado en mi vida, «Sacrificial Suicide».
La oscuridad que brota desde estos casi 3 minutos de duración  (2:52) es una Oda al Maligno, una obra de arte hacia todo aquello adverso a los preceptos Católicos y sus imágenes sagradas. Quizás para muchos podría ser un track para colocar en la banda sonora de algún film de horror de los 90s, pero permítame decirle que este track supera ampliamente a muchos otros de varios iconos del género. El gancho, la melodia, la furia que emite el riff central y el concepto de la letra:

«Sacrificio suicida, Confiando en el Mal Profundo.
Lucifer nunca miente…quítate la vida mortal.
Semidiós, hijo de Satan, encomienda mi Cuerpo a la Tierra. Padre Satan, encontraré la Paz cuando Yo sea Dios!»

Quizás el Death Metal ha perdido la línea del cuestionamiento hacia los pilares de la sociedad, se ha convertido en un mero recolector de imágenes chocantes sin ir a lo profundo del asunto y vomitar el odio hacia toda la castración implícita en las religiones masivas (cualquiera de ellas), y este álbum fue un golpe furtivo que tuvo sus fuertes golpes desde los movimientos prohibitivos, los movimientos de padres que querían «proteger a sus hijos de Satanás» y demás colectivos pintorescos. Esto, solamente aumentó la popularidad de Deicide y Benton, hasta llegar a ciertos momentos chistosos que no vienen al caso.

Así como Morbid Ángel le daba un vuelo poético más elaborado, Deicide va al hueso, al odio y desprecio puro, y con esto, irónicamente, entran al Olimpo… Quizás para prenderlo fuego? No lo sabemos…

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