IMPALED NAZARENE: al borde del Atavismo

Este histórico conjunto finlandés nunca tuvo el reconocimiento que merece ya que la regularidad en sus producciones y línea recta en su camino son de las cosas más destacables. Aunque puede cuestionarse levemente el hecho de ser muy hermético en esa línea recta, pero tampoco se debería esperar algo distinto o súper moderno, solo evolución en sonido y calidad, más nada. 

Así como mencioné tiempo atrás que Heaven Shall Burn es una banda regular, cuyos trabajos no bajan de 8 puntos, en el sendero más sinestro del Métal, Impaled Nazarene tiene la misma característica. Trabajos muy sólidos, parejos, intensos, con momentos que bordean el Punk pero siempre llevado al lado del maligno. Luego de un positivo «Vigorous and Liberating Death» del 2014 se tomaron varios años (demasiados) de descanso hasta este el decimotercer disco, de vuelta con el clásico sello Osmose Productions.

El álbum comienza con la frase del exorcismo televisivo de una señora la cual el demonio le puso su pene en la boca (ver en YouTube «oral sex demon» y no reír en el intento) el track titulado «Goat of Mendes«, histérico, extremo, el riff principal repetido, sacado de las raíces del género en los albores de los 80s, formidable para quien espera esto de Impaled Nazarene. Incluso con el aditivo de un estribillo más pegadizo. El tema que le da título al álbum d«Eight Headed Serpents» de una energía espectacular, potencia, el track que se podría utilizar para los ejercicios matinales de cualquier persona cuya voluntad es flaca. La fórmula es repetida, aburrida, sin originalidad, pero efectiva 100%, en menos de 2 minutos y medio logran ponerte los pelos de punta (quien tenga pelos). «Shock and Awe» baja un punto el nivel y se puede ver un riff elaborado más allá de veloz e intenso, acompañado de mucho plato en la percusión de Repe Misanthrope que creemos está enchufado a 220 porque no para en todo el álbum. Envidiable fortaleza.»The Nonconformist» al borde de la mezcla de Turbonegro y Wolfbrigade, deja su tonada de cuerdas pegada en el oído a una velocidad muy agresiva, agradable. Un tema en el cual ellos se mencionan y detallan sus características. 

El disco lentamente va cayendo en la repetición, en una continúa expresión de agresividad, derivada en muchos tracks, quizás demasiados, pero que tiene indiscutiblemente el espíritu de los comienzos del género adentro, dónde el concepto era nítido, el objetivo era uno solo y solo se dividían temas, tracks como «Human Cesspool«, «Triumphant Return of the Antichrist» y «Mutilation of the Nazarene Whore» podrían fácilmente ser uno solo, tanto por su duración y difícil distinción entre si, lo cual a un oyente promedio ajeno a Impaled Nazarene puede resultarle negativo, para uno que conoce esto, es esperable y dentro de todo, disfrutable.
También hay temas que pueden llevar galardones como «Debauchery and Decay» donde el bajo se hace presente, el riff nuevamente se graba en la mente y la repetición logra su cometido, el darle nuevamente play. Estructura clásica, hermética, al borde del atavismo.

Si usted lector/a quiere una experiencia energizante, que sacuda el letargo en el cual vive, un disco que le brinde nada más que potencia, este es su disco. Ya si busca progresivos acordes, melodías endulzadas, sonidos pulcros, sinceramente no le recomiendo nada de Impaled Nazarene. Este grupo tiene más que clara su idea, y al final, es cuestión de gustos. Personalmente este disco es genial en ese lado agresivo, pero a la larga, cansa un poco.

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