SETH – El triunfo de Lucifer

Muchos años de silencio se tomó está banda, quizás demasiados para quienes seguíamos su trayectoria. Y luego de un álbum no tan bueno como «The Howling Spirit» del 2013, el camino se veía oscuro pero de forma negativa. Por suerte en este 2021 repleto de asco, miseria y decadencia, Seth vuelve para poner la tapa del ataúd con un disco excelente!

La esencia de estos franceses es Black Metal Melódico, bien tengamos en cuenta que Francia es uno de los países con costumbres más primitivas en cuanto al género, en su mayoría orientados al camino Raw del mismo. Seth se caracterizó por brindar su carga melódica al máximo de posibilidades pero sin desvirtuar el contenido llevándolo a un Cradle of Filth, sino que se mantuvo en sus límites extremos y esto se reafirma en «La Morsure su Christ»

El álbum comienza con el track que le da título al disco, potente, la batería casi en los años 90’s y con el corte melódico repleto de maldad que esperábamos. La alegría que genera escuchar que actualizaron su sonido pero el espíritu sigue vivo, es enorme.

Lastimosamente no se hablar ni escribir Francés, pero para nada queda fuera de ambiente en cuanto a los desgarradores vocales de Saint Vincent. Así es como debería comenzar cualquier disco de Black Metal o incluso de Metal Extremo, con potencia, arriba, energía e intensidad. Acá las cuerdas se van a quedar grabadas en la memoria en segundos por el riff simple pero efectivo, los teclados presentes pero no abusivos, la batería de Alsvid al borde del desgarro muscular con la velocidad que mantiene. Un tema sólido para darle inicio al disco.

«Métal Noir» que está dirigida a nuestros corazones deformados por esto que es más que música, con su comienzo pesado pero con distinto semblante, hasta que la patada llega y el blastbeat golpea firme cuál Tyson en época dorada. El nivel de velocidad que tiene este tema y sumado a las melodías brillantemente tristes que tienen las guitarras (todas las cuerdas que suenan aquí), son exquisitas, para sibaritas del Black Métal Europeo. Enganchado llega «Sacrifice de Sang» el cual podría ser la introducción a alguna batalla de Games of Thrones o series similares. Tambores épicos y clima bélico se respiran en segundos, dónde esto se percibe en toda la canción siendo la más maligna del disco, en el que se juega a cambios rítmicos acertados, inesperados por momentos, lo cual suma, suma muchísimo de forma positiva.

«Ex – Cathédrale» y «Les Océans du Vide» comparten características de sonidos que por momentos, segundos, pueden interpretarse como post-black metal especialmente en las guitarras, pero que la abrumadora energía del conjunto se lleva por delante todo. Son piezas que mezclan muchos caminos, tan así que resulta asombroso escucharlas nuevamente y descubrir detalles que en previas puestas en marcha no se detectaban. Esto es un logro único, quizás el verdadero sentido de la complejidad, dónde en cada vez que damos play a una o varias canciones, poder descubrir pequeños elementos.

Entiéndase que las composiciones no son iguales, si tienen puntos de contacto pero se distinguen a kilómetros de distancia. «Hymne au Vampire III» siendo continuación de las partes l y ll lanzadas en el disco «Les blessures de l’âme» del 98, suena contundente, veloz y precisa. La virtud de que el caos que escuchamos no esté aturdiendo ni cansando al oyente.

Para cerrar «Le Triomphe de Lucifer» con el nivel orquestal necesario, el ambiente justo, la reinante oscuridad necesaria y esperada, un broche de oro por dónde se escuche, y con el detalle de que uno termina de escuchar el álbum pensando en cuál tema es el más «flojo» y no…no hay tema flojo, no hay tema aburrido, no hay una canción que desentone.

Este disco de SETH se encamina a ser de los mejores del 2021. Producción de primer nivel, sonido rozando lo perfecto, composiciones elaboradas alejadas de la monotonía lineal, majestuosidad, oscuridad, violencia y energía. 8 años demoraron en volver, espero que no se tomen 8 años más para otro disco. Disco apto para todo público!

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