PANTERA: a 25 años de la matanza sureña

Pantera – The Great Southern Trendkill
Fecha de lanzamiento: 7 de mayo 1996
Tracklist:

  1. The Great Southern Trendkill
  2. War Nerve
  3. Drag The Waters
  4. 10’s
  5. 13 Steps To Nowhere
  6. Suicide Note Pt. I
  7. Suicide Note Pt. II
  8. Living Through Me (Hells’ Wrath)
  9. Floods
  10. The Underground In America
  11. (Reprise) Sandblasted Skin

En la historia existen discos en los cuales los músicos que participaban, no tenían la mejor relación, y podemos asegurar que durante el proceso de grabación de este, el último disco de Pantera, la relación era espantosa. Todo conspiraba para el final, el cual iba a llegar por muchas razones, las cuales tocaremos en este breve e intenso artículo sobre el «The Great Southern Trendkill».

El grupo musicalmente estaba en un momento intenso, luego del formidable «Far Beyond Driven» todo se estaba degenerando, deteriorando, especialmente por los distintos caminos que se estaban construyendo en la interna del grupo. En declaraciones del productor Terry Date (con el cual trabajaron en este último álbum): «No le daba importancia a los choques y les decía que debían enfocarse. Dimebag y Vinnie Paul querían llevar todo a Nueva Orleans para grabar las voces y Anselmo quería hacer todo solo. Eran un caos»

Agrega algo especial «Phil tenía problemas en ese momento, pero me lo ocultó porque era más como un padre. Todos me lo ocultaron». Podría ser que Terry se escuda ante el evidente estado de Phil Anselmo y su consumo abusivo de drogas, pasando de la cocaína a la heroína. En ese entonces la situación era inviable a nivel colectivo e individual, y esto extrañamente se vio reflejado en el álbum, siendo de lo más agresivo que haya sacado la banda, con temas profundos, odio, asco, lo más bajo que existe.

«Fue un disco un poco oscuro para Pantera porque se suponía que el Heavy metal, en ese momento estaba por desaparecer» comenta Anselmo en entrevista durante el lanzamiento del «The Great…» . En cambio Vinnie Paul ponía paños fríos a los continuos rumores de que en los estudios de grabación el aire se cortaba con cuchillo: «Los fanáticos tienen un disco potente. Probablemente fue el disco más abrasivo y desagradable que hicimos. Pero incluso sintiendo tensión, no dejamos que se notara».

Yendo a algunas características del disco, podemos mencionar que Anselmo grabó todos los vocales del mismo en el estudio de grabación del enorme Trent Reznor (en Nueva Orleans) y que los vocales de fondo que se escuchan son del carismático Seth Putnam (vocalista fallecido de Anal Cunt). La explicación de este cambio es que «No quería ver a nadie cerca mío, estaba mal, en un mal camino y estaba cometiendo errores de novato. Necesitaba hacerlo solo» dice Anselmo. Además todo esto fue en plena mudanza al estudio personal de Dimebag Darrell para grabar completamente el disco.

Otra cosa que comenzaba el creciente choque entre músicos es el momento en el cual el bajista Rex Brown nota y le recrimina a Anselmo por los notorios pinchazos por su adicción a la heroína, «fue un desastre todo. Estábamos agotados y eso no ayudó para nada. Nuestro orden y disciplina se fue a la mierda».Poco después de que se lanzara el disco, Anselmo sufre sobredosis en Dallas, lo cual era esperable ya que la situación estaba completamente fuera de control.

The Great Southern Trendkill

El disco comienza con el track homónimo, sin intro, sin peros, sin filtro, piña en la pera y bancá la toma, Gil! Potencia y el vocal al borde del vómito, batería cruda, la guitarra un paso más allá de la violencia entendida y un groove que te sacude quieras o no. El tema inicial cual declaración visceral de odio y desprecio, hermoso por dónde se lo mire. «War Nerve» con su inicio hipnotizante, Dimebag en su esplendor, el crujir de las cuerdas es todo lo que está bien y correcto, el gancho de carnicero directo al hígado con su frase motivacional «Truly Fuck the World». Esto es simple potencia en formato auditivo.

Podemos estar todos de acuerdo de que «Drag the Waters» además de un estupendo tema, ha sido fuente de inspiración y robo por bandas de nu metal, con su inicio cortante y su sonido modernizado. Vale mencionar que Dimebag fue el director del videoclip.

Algo que tiene este disco (no es para menos) es emotividad. Pero no la que podemos escuchar con Marco Antonio Solis o el pro hombre Luis Miguel, sino de la crudeza de una existencia nefasta, repleta de malas decisiones, turbias acciones y casi nula capacidad de resiliencia. De todo esto hemos sido testigos al escuchar los tracks «Suicide Note» uno en versión más sureña y otro en formato martillo hidráulico en la nuca, veloz y estridente, furioso. El tema épico para comenzar cualquier mañana de nuestras vidas y sentirnos protagonistas de «un día de furia».

No tiene desperdicio este disco, es odio groovero, sonido que no es perfecto ni busca serlo, tiene por objeto dejarte de mal humor, o mejor dicho de que expulses tu mal humor y lo canalicen con todas sus piezas.

Misteriosamente Pantera sobrevivió a estos choques, lanzando en el 2000 un disco que casi nadie tiene en su memoria como «Reinventing the Steel» ya en pura decadencia y sin casi nada de lo que hizo enorme a este grupo que trasciende todo, está por encima de cientos de bandas.

Pantera no tiene que pedir permiso para entrar al Olimpo, entran y traen Bourbon para todos!

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