MONARCH – Golpeando el futuro

Segundo trabajo de los thrashers californianos de Monarch. Esta es otra de las bandas que tuvimos el gusto de conocer gracias a su participación en el Metal Battle, en su caso, del de 2019, compartiendo escenario con nuestros Ritual de Nacimiento.

Se trata de un cuarteto fundado en 2008, que integra el under de San Diego, (a pesar que sus músicos provienen de tres ciudades cercanas).
Pasando al disco en sí, hay un cambio de formación con respecto a su trabajo anterior (de 2017), y es el bajista, ya que el puesto es ocupado por Gabe Mendez desde el año pasado, suplantando a Alex Pickard, quien igualmente aparece como invitado en una de las pistas.

Musicalmente, como ya dijimos, este cuarteto hace un thrash rápido, crudo a la vez que bastante técnico. Ni bien se comienza a escuchar el primer tema, queda claro hacia donde va esta banda, con “Blast the seed”, donde uno a uno van apareciendo los músicos a un ritmo vertiginoso, comandados por la batería de West, hasta un grito “estilo Araya”. Es un tema típico para comenzar un show, ya que tiene una intro instrumental de alrededor de minuto y medio (exceptuando el grito), hasta que finalmente aparece la voz de Smith (que tiene cierto aire a David Sanchez, de Havok) y arranca el tema propiamente dicho (rápido, machacante, crudo, hermoso!!)

Le sigue el tema más corto del disco, “Khaos Warrior”, que no llega a tres minutos, y contrariamente a lo que se podría esperar, es de los más “lentos” (menos rápido) del disco. Casi como una pausa para lo que se viene, el tema que da nombre al álbum, “Future Shock”, que al inicio parecería ir por la misma línea del anterior, hasta que se desata el caos thrasher. Promediando el tema hay un cambio de tempo, que es sólo una pequeña pausa previa a los vertiginosos solos de guitarra.

El cuarto tema es uno de los cortes de difusión, “Nuclear Warfare”, donde nuevamente resalta la batería de West, y la voz de Smith destilando furia, mientras que las cuerdas dan esa base que es imposible no ponerse a cabecear.

El otro corte de difusión, “Shred or Die!” le sigue, un tema con un riff casi más heavy clásico que thrasher (pero muy pegadizo), y varios cambios de ritmo o pausas. Sin dudas, un tema muy interesante.

Comenzando la segunda mitad del disco encontramos “Multiverse”, un tema instrumental que incluye una guitarra clásica, y una pausa, un merecido descanso para los oídos (y el corazón), preparándose para lo que viene.

“Fatal Vector” arranca (repitiendo la fórmula), lento, calmo, y luego da entrada a las guitarras a ritmo vertiginoso, y finalmente a la voz. Un tema que es bueno, pero deja la impresión que 6:47 minutos es demasiado, se pudo “comprimir” un poco.

El penúltimo tema “Collision of Bones” es el que cuenta como invitado al anterior bajista, Alex Pickard, quien es bajista de Cage desde 2013, (también integra Cage el guitarrista Trask desde 2015). A diferencia de gran parte del disco, este tema arranca con todo desde el primer segundo, uno de los puntos altos sin dudas.

Casi en el final encontramos “Swarm of the Whorenet”, otro tema que llega casi a los siete minutos, con muchas variantes, un estribillo pegadizo, pausas, cambios de velocidad, por momentos más pesado, otros más melódico, largos solos de guitarra, todo lo que un tema largo debe tener (aunque de nuevo, queda la impresión que está más “estirado” de lo necesario).

Para terminar el trabajo, el elegido es “Metal Soul”, un tema un tanto “raro”, ya que arranca a medio tiempo, luego acelera, frena, acelera y frena varias veces.
En lo personal, me gustó más el disco debut de 2017, quizás más crudo que técnico, y se oían mejor los platos de la batería, pero igualmente no deja de ser un buen disco, merece dedicarle varias escuchadas.

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