CANDLEMASS – El martillo de la perdición

Días atrás leía la confirmación de Candlemass para el famoso festival holandés Dynamo, que todavía tiene esperanzas de celebrarse este año a pesar de la situación mundial. Las fechas previstas son para el 21 y 22 de agosto, siendo los suecos parte del segundo día de este festival. Más allá de esta posibilidad, en la última década el puesto del vocalista ha sido el talón de Aquiles para la banda de Leif Edling.

Las voces del mal

Luego de la salida de Robert Lowe en el 2012, estuvo Mats Levén sin haber grabado un disco de estudio, y desde el 2018 quien es oficialmente el nuevo vocalista es nada más y ni nada menos que Johan Langqvist, quien fuera la voz en el primer y memorable disco “Epicus, Doomicus, Metallicus”. Con él recién pudieron grabar un nuevo disco de estudio en el 2019, siete años después de su último trabajo. Y si bien Messiah Marcolin tiene un lugar más que especial en el puesto y en el corazón de los fans, poder ver a Langqvist en vivo sin dudas es algo único.

Pero esto me llevó a pensar en el señor Robert Lowe. El ex vocalista de Solitude Aeternus y tantas otras bandas, ocupó el puesto que dejó vacío Messiah Marcolin, tras su fugaz regreso, con el cual Candlemass editó su excelente disco homónimo del 2005. Al siguiente año, el carismático vocalista se alejó nuevamente, y el sr. Lowe fue el encargado de llenar la vacante. Y con él Candlemass tuvo una de sus etapas más prolíficas, editando tres discos de estudio: “King of the Grey Islands” (2007), “Death, Magic, Doom” (2009) y “Psalms For The Dead” (2012). Además, quedan en el legado un DVD “Ashes to Ashes” de su show en Grecia en el 2009, con su correspondiente disco en vivo “No Sleep Till Athens”.

Death, Magic, Doom

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Por simple gusto personal, me detengo en “Death, Magic, Doom”. Si bien los tres discos editados con Lowe son de gran calidad, este segundo trabajo tiene algunos de los temas más memorables de su etapa. Como por ejemplo el tema de apertura “If I Ever die”, rápido, pesado, de los temas más heavies que haya compuesto la banda, con una línea vocal tremenda de Lowe. “Hammer of Doom” es otro de los temas sobresalientes, en total oposición al anterior: lento, sombrío, casi funerario, con algún dejo a aquel “Black Sabbath” que abría el disco de la banda de Birmingham. Lowe demuestra todo su caudal vocal, desde la suave y tenue voz hasta que el tema desemboca en su parte más heavy. Una auténtica gema.

Lo mismo se puede decir de “The Bleeding Baroness”, otro tema doom en la vena compositiva de Edling. Es decir en la vena de Candlemass algo en lo que Lowe se siente muy cómodo y juega con su voz a piacere. “Demon of the Deep” o “Houses of the 1000 Voices” mantienen esa línea que los suecos saben marcar tan bien, marca registrada de la casa. “Dead Angel” vuelve a imprimir el sello heavy, con un coro melódico, en el que Lowe sigue mostrando toda su capacidad, a través del hipnótico riff a lo largo del tema.

El disco mantiene calidad y nivel con el transcurso de los temas, siendo un trabajo sólido, que consolidaba a Robert Lowe en su puesto de vocalista, y a la banda en un momento inspirado, fértil musicalmente, y productivo. Sin dudas una de las etapas más ricas de Candlemass, con un vocalista que estuvo menos de 6 años en la banda, pero con un material que merece la pena ser recordado.

Cuando leía la noticia que les comentaba al inicio, pensaba que Lowe no ha tenido todo el reconocimiento que debería, dado el material que dejó como testamento de su presencia en la mítica Candlemass. Pero en la Séptima Puerta del Lado Oscuro, te recomendamos revivir este “Death, Magic, Doom” de una de las bandas fundamentales del heavy doom de la historia.

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