ACCEPT – demasiado buenos para morir

Parece mentira que ya pasaron casi 11 años del gran “Blood of the Nations”, el álbum que marcaba el regreso de los gigantes teutones Accept, ya definitivamente sin su legendario vocalista Udo Dirkschneider.
En ese momento dijimos que Mark Tornillo había sido la una elección “más perfecta imposible”, y hoy, presentando ya su quinto álbum de estudio, lo reafirmamos. Es de los pocos casos que de una banda nacen dos, tanto o más buenas que la original. Y sin embargo esto no era tan ilógico ya que el sonido de Accept básicamente se definió (en sus inicios), por la voz de Udo, los coros de Wolf Hoffmann y los riffs de este último. Pues bien, como dijimos, Tornillo es el sustituto perfecto, y el otro 60% de la banda sigue más activo que nunca.

Dicho esto, pasemos ahora sí, a “Too Mean to Die”, un disco que a través de sus 11 temas, y más de 52 minutos presenta un sonido moderno, que a la vez suena 100% Accept (gran parte del mérito, seguramente sea del productor Andy Sneap).
Cabe recordar que este es el primer trabajo en más de 40 años, sin el gran Peter Baltes en bajo (sustituído por Martin Motnik), y por primera vez, incorporando una tercer guitarra, el americano Philip Shouse,

El disco arranca con uno de sus cortes de difusión “Zombie Apocalypse”, que luego de su intro al estilo de película de suspenso, da paso a un clásico riff “Made in Hoffmann”, seguido del grito agudo de Mark, y nos brinda un tema rápido y pesado, fácilmente reconocible para los fans de la banda. Le sigue el que da nombre al disco (“Too mean to die”), que fuese presentado en noviembre del año pasado, un tema más directo, muy rápido, de los puntos más altos del disco.

Este da paso a “Overnight Sensation”, quizás más pesado pero no tan rápido, donde se lucen mucho los clásicos coros (también “made in Hoffmann”). A este lo sigue “No ones master”, donde se luce mucho la batería y un coro que seguramente tendrá su lugar en el repertorio de la banda. Promediando el disco tenemos el primer corte de difusión, la oscura “The Undertaker”, otro tema con “olor a clásico” (a no perderse el video!). Volvemos a pisar el acelerador con “Sucks to be you” y ponemos sexta con “Symphony of pain”, otro temazo donde Hoffmann nuevamente rinde tributo a sus raíces de música clásica.
Algo que se ve muy poco últimamente son las baladas (las buenas baladas), pero no es el caso de Accept, ya que el tema siguiente es “The Best is yet to come”, un tema muy emotivo interpretado de forma impecable.

En la recta final encontramos “How do we sleep” con su sonido ochentoso, típico para headbanging, y termina con toda la fuerza con “Not my Problem”, donde la batería por momentos hace acordar al gran “Fast as a Shark”.
Antes que lo pregunten: falta un tema. Si. Lo quise separar de los otros diez, ya que es una pieza diferente, un tema instrumental llamado “Samson and Delilah”, nuevamente influenciado por la música clásica (por algo Hoffmann grabó dos discos de este estilo).

En resumen: uno de los mejores trabajos de Accept desde que Mike Tornillo está a cargo del micrófono. No es fácil mantener un sonido fiel a su historia de más de 40 años, y que a la vez que suene actual, pero una vez más, Accept de la mano del productor Andy Sneap lo han logrado.

Mención aparte para el arte de tapa, mostrando esa especie de anaconda robótica, que asusta y cautiva a la vez (ya quiero mi remera con ese diseño!).

Line up
Wolf Hoffmann (Guitarra)
Mark Tornillo (voz)
Uwe Lulis (Guitarra)
Philip Shouse (Guitarra)
Martin Motnik (Bajo)
Christopher Williams (Batería)

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